Aprender idiomas sin límite de edad

La Asociación de Mayores de Campello (AMEC) lleva años ofreciendo un gran catálogo de servicios a los mas mayores de la localidad en el Centro Social «El Barranquet». Entre las actividades que ofertan encontramos tahichi, yoga, pilates, baile de salón, espalda sana, guitarra o incluso coral.

Sin embargo, una de las actividades más demandadas y con mayor éxito está siendo las clases de idiomas que se imparten en el centro.

El proyecto de idiomas abarca el español, el inglés, el francés o el valenciano, donde las clases son impartidas por nativos voluntarios que se ofrecen para ser tutores. Dependiendo del nivel de conocimiento de la lengua que tenga cada usuario, se le asigna uno de los dos niveles disponibles. El nivel 1, para los principiantes y el nivel 2 para quienes estén más avanzados.

El presidente de la Asociación de Mayores, David Alavés, explica que esta iniciativa nació antes de la pandemia, pero tuvieron que dejarla a un lado y fue retomada de nuevo hace un año.

La vuelta de las clases ha tenido una gran acogida y se ha sumado la enseñanza del valenciano, lengua que antes no se impartía. «Acuden personas de entre los 50 hasta los 60 años o más, aunque también tenemos alumnos en torno a los 40 que se animan a aprender», afirma Alavés.

Participar en las diferentes actividades, como el caso del aprendizaje de idiomas, no supone un costo elevado. Hacerse socio de la asociación supone 15 euros al año, una cantidad que te permite acceder al conjunto de las acciones lúdicas que realizan. «En cualquier otro sitio, por ejemplo, una clase de pilates cuesta 40 euros al mes, aquí por mucho menos puedes tener diferentes actividades», insiste Alavés.

Muchos de los asistentes a los cursos de idiomas son de nacionalidad ucraniana, que buscan aprender el idioma para facilitar sus vidas y su integración en España. Esta alta demanda en la clase de español, ha provocado que se tenga que aumentar el tamaño de las aulas para poder llegar a un mayor número de personas. «Normalmente por clase son unas 15, 25 o 30 personas como mucho, pero hay ciertas actividades que han requerido utilizar más espacio para que más gente pueda participar», indica el presidente de la asociación.

La multiculturalidad está presente en el día a día de la asociación, ya que los profesores y los alumnos abarcan diferentes nacionalidades y costumbres con las que se conviven. «Existe una gran convivencia entre todos nosotros. Tenemos las puertas abiertas y aceptamos a los demás como uno más, porque en nuestra vida y en nuestra asociación el racismo no existe», declara Alavés.

El gran acogimiento que reciben las personas más mayores junto a la diversidad de cultura, ha construido una familia que inspira a aquellos que visitan el centro.

Además de las clases que se dan en diferentes lenguas, hay una actividad que tiene una gran acogida: el Teatro. Aunque, no son clases de dramaturgia al uso, porque se imparten y se representa en la lengua anglosajona. «Es una forma de aprender un idioma de manera más sencilla, ya que se usa constantemente , por lo que facilita acostumbrarte a hablarlo», afirma Alavés. Una actividad educativa con un enfoque distinto que «además resulta muy divertido y ameno para las personas que están allí aprendiendo», tal y como comenta el presidente de la asociación

Iniciativas como esta hacen una labor social imprescindible para la sociedad, apostando por la educación y la diversión entre la tercera edad. Un proyecto que despierta la ilusión y el entusiasmo. Un estimulo para recordar que nunca es tarde para cultivar la mente.