El libro infantil y juvenil salva las ventas de las librerías que afrontan Sant Jordi con optimismo
Los libreros resisten a la competencia de las ventas online gracias al repunte de la compra en tiendas físicas por parte de los jóvenes - El «boom» del formato digital pierde fuelle frente al papel - Los libros más leídos: de Dolores Redondo a Ana Obregón
«Cada vez escucho a más gente joven al entrar en la librería decir que ‘qué bien huele’, el tacto del papel, el olor, la forma de leerlo es mejor que en un dispositivo digital». David Reche regenta la conocida librería Ali i Truc de Elche. No solo él, todos los libreros consultados por este diario confirman que las ventas de libros entre los jóvenes se han disparado y están logrando el repunte en las librerías tras las pérdidas sufridas durante la pandemia.
Es un hecho que cada vez más jóvenes se acercan a los libros. «En contra de la sensación generalizada, los jóvenes leen más que los adultos», añade Reche, quien explica que este fenómeno es llamativo en la venta en las secciones de fantasía, ciencia ficción o la romántica, o el género mezclado de fantasía y romanticismo.
El libro infantil y el juvenil está tirando de las ventas en las librerías en los últimos tiempos, tras el miedo implantado en los libreros durante la crisis sanitaria de perder a su clientela de lectores, que durante el confinamiento compraban los libros por internet en las grandes plataformas internacionales de venta online. Un «monstruo» que se ha llevado por delante otros negocios y que amenazaba con hacer lo mismo con el de las librerías.
Pero ha sucedido lo contrario. «Temíamos que todo el mundo se metiera en el mundo digital y abandonara la lectura física de los libros, pero, al final, cansada de ver vídeos, se ha refugiado en la lectura y les gusta venir a las librerías a tocar u hojear», indica orgulloso Vicente Pina, propietario de la librería más conocida de Orihuela, Códex.
Del pesimismo tras la pandemia se ha pasado a una sensación de gran optimismo en las librerías, y así afrontan este Sant Jordi, que este año cae en domingo, 23 de abril. El repunte de ventas gracias a los jóvenes y al tirón de la literatura infantil y juvenil están detrás de esa buena sensación que es generalizada entre los libreros del Baix Vinalopó y de la Vega Baja.
«La gente, cansada de ver vídeos, se ha refugiado en la lectura»
«Mucha gente joven ha leído en digital el libro pero viene a la librería a por su formato físico; es el fetichismo del objeto, aunque lo lean en digital, quieren tocarlo, tenerlo en su biblioteca», indica Pina.
«Los jóvenes leen más que los adultos, pese a la sensación general»
Lo mismo opina el responsable de Ali i Truc. «Después del confinamiento y del atiborramiento que tuvimos de pantallas y dispositivos digitales, el papel es una especie de refugio, y los jóvenes están viendo a los libros como una válvula de escape a la presión por los estudios, el trabajo o las dificultades económicas», señala David Reche.
Fenómeno
Además, hay otro fenómeno. Los padres han vuelto a la compra de libros para leer a sus hijos antes de dormir, una práctica muy arraigada antaño. Mercè Castillo decidió abrir su propia librería de libros infantiles y juveniles en el centro de Elche, tras quedarse sin trabajo después de 22 años en el sector. Esa demanda de literatura infantil y juvenil le animó a tener su propio negocio casi exclusivamente centrado en la franja de edad de hasta 18 años. «Los padres de ahora le dan mucha importancia a la lectura, a la ilustración, y compran libros para leerles a sus hijos», explica la dueña de Punto y Coma.
«Los padres dan ahora mucha importancia a la lectura, compran libros para leerles a sus hijos»
Castillo asegura que al público adolescente le gusta tener el libro, «el olor a libro». «Al que le gusta leer, le gusta el papel», indica contundente. Su clientela entre la adolescencia, eso sí, es mayoritariamente femenina. «Los jóvenes están leyendo más, sobre todo libros de temática romántica, en el caso de las chicas, y los chicos leen menos, y se tiran a por los cómic». No obstante, muchas editoriales han visto un filón en que famosos youtubers tengan su libro físico, lo que está fomentando las ventas entre adolescentes varones.
En literatura infantil, el soporte físico no tiene competencia con el digital. Los niños necesitan tocar los libros, que tienen formas, relieves o sonidos. «Hay ahora una preocupación de los padres porque los niños lean», coincide David Reche. En torno al 90% de los libros infantiles se compran en librerías, no online. Y las recomendaciones de libros en colegios e institutos disparan las ventas.
En la provincia de Alicante había registradas en 2020, al inicio de la pandemia, unas 400 librerías, aunque en realidad eran más papelerías que venta de libros, y no llegaban al centenar los libreros que se dedican exclusivamente a hacer felices a los lectores. Aproximadamente entre un 10% y un 20% no superaron la crisis.
Reinventado
Muchos se han reinventado. Es el caso de las 26 librerías de la provincia integradas en el Gremio de Libreros Independientes de las Comarcas de Alicante que preside Vicente Pina y que se creó hace 12 años. Las librerías independientes de proximidad han creado una plataforma online para contrarrestar a las grandes multinacionales de venta por internet.
Para ello no bastaba solo con poner a la venta los libros, en la plataforma «todostuslibros.com» dan un valor añadido a los lectores, como poder visualizarlos, crear tu propia estantería o dejar críticas de las lecturas.
«Es una página viva para el lector, no es solo de ventas, aportamos algo más que las plataformas internacionales que se lo quieren comer todo y que solo se han beneficiado de las librerías de toda la vida», señala Pina.
Son ya unas 900 librerías de toda España las integradas en esta plataforma para luchar contra los gigantes del comercio electrónico. Los precios son los mismos porque en los libros los marcan las editoriales, y solo se puede hacer una rebaja estipulada por ley del 5% (10% en el caso del día del libro o en las ferias).
En el caso de otras librerías, como Punto y Coma, apuestan por hacer talleres de cuentacuentos y trabajar sobre el libro leído, incluso con manualidades. Una forma de atraer al público a las librerías y a la lectura.
No obstante, los libreros son conscientes de que será difícil llegar al nivel de ventas que tenían hace 15 o 20 años, pero sí han conseguido remontar la fuerte crisis que hubo en 2008 en sus negocios y ven un repunte desde 2017, que paró la pandemia, y que volvieron con fuerza a experimentarlo a partir de 2021. «Yo tengo esperanzas de que iniciativas como sacar los libros a la calle en Elche van a ir muy bien», confía David Reche de Ali i Truc.
La otra cara de la moneda
Los escritores son la otra cara de la misma moneda. «Un buen libro es un medio muy barato para viajar, para soñar y vivir una aventura, para emocionarte». Quien así se expresa es José Antonio Corrales, inspector de la Policía Local de Elche que recientemente ha publicado su tercera novela, La ceguera del murciélago. Está especializado en novela negra, uno de los géneros que más tirón tiene entre los lectores.
Corrales se muestra orgulloso de que los jóvenes estén siendo grandes consumidores de libros y considera que «el papel» no ha muerto y seguirá mucho tiempo compaginándose con el formato electrónico. «Leer un libro es sinónimo de creatividad, no solo la tiene el escritor», concluye.
«El formato en papel no se ha perdido, se compagina con el electrónico»
Corrales explica el fenómeno de la novela negra, que sigue siendo de lo más demandado. "Las grandes pasiones del ser humano son la muerte, el misterio y el amor, son las pasiones que cautivan, por eso la novela negra triunfa, que es misterio, muerte con momentos de dolor, pero también es social, es un aliviadero de los miedos que tenemos. A veces uno necesita ver el lado oscuro de la vida para valorar el lado bueno que vivimos", señala el escritor.
Escribir es una pasión tan importante como la lectura, son dos caras de una misma moneda.
Los géneros más buscados por el público son la novela negra, la histórica, la ciencia ficción y la fantasía
Para los gustos, colores. Un dicho que perfectamente se puede trasladar a la elección de los libros que preferimos para leer. Entre los más vendidos actualmente se encuentran las últimas publicaciones de los grandes autores más mediáticos y que tienen el apoyo de las editoriales más importantes.
Así, en los primeros puestos del escalafón de ventas se encuentran Esperando al diluvio, de Dolores Redondo, El peligro de estar cuerda, de Rosa Montero, Revolución, de Arturo Pérez-Reverte, Castillos de fuego, de Ignacio Martínez de Pisón y Los perseguidos, de Fernando Benzo (último ganador del Premio Azorín). También se cuelan, por supuesto, el actual rey del best seller, Juan Gómez Jurado, y el autor austriaco de entreguerras, Stefan Zweig, con sus conocidos libros Novela de ajedrez o Veinticuatro horas en la vida de una mujer.
Sin embargo, otro fenómeno está arrasando en las librerías y desbancando de los primeros puestos a conocidos escritores. El libro firmado por la conocidísima actriz y presentadora de televisión, Ana Obregón, junto a su fallecido hijo Aless Lequio, que empezó a escribirlo antes de tristemente morir por cáncer, está superando todas las expectativas de venta. El chico de las musarañas es un desgarrador testimonio sobre la pérdida de su hijo, y cuyos beneficios irán destinados a la Fundación Aless Lequio, para financiar la investigación del sarcoma de Ewing, un cáncer muy agresivo que afecta principalmente a niños y jóvenes. Ana Obregón está siendo últimamente portada de todos los medios nacionales e incluso internacionales tras recurrir a la gestación subrogada para ser abuela.
Entre los libros preferidos por los más jóvenes están Heartstopper o Elmer. De cuentos, La ovejita que vino a cenar. Y se está reclamando mucho por parte de los padres Tengo un volcán, para gestionar el enfado y las rabietas. En cuanto a géneros, triunfan la novela negra o policiaca, la histórica, la fantasía y la ciencia ficción.
También hay un fenómeno de libros de autoayuda muy demandados.
Y los libros de escritores locales tienen un gran éxito en las librerías. En Elche, entre los más vendidos está el libro de Santiago Gambín,Memorias de un centenario, sobre el Elche CF. También se cuelan en los primeros puestos HEX, historias extraordinarias, de Daniel López Valle, o El mar que respiras, de Roberto Hurtado. En la Vega Baja, el autor de Rafal, Blas Ruiz Grau, triunfa con El quebrantahuesos.
La lectura, recuerden, abre la mente.
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