Análisis

Cuando un silencio es mejor que mil palabras

PSOE y Compromís no se han bajado aún del púlpito del mitin, como demostraron el sábado durante el acto institucional más importante del Ayuntamiento de Elche.

Ruz alza el bastón de alcalde en señal de triunfo en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elche

Ruz alza el bastón de alcalde en señal de triunfo en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elche / Matías Segarra

M. Alarcón

M. Alarcón

Pablo Ruz es desde ayer alcalde de Elche y se presentó en sociedad tras recibir la vara de mando con un discurso medido, ilusionante, coherente, con proyectos (muchos es cierto que impulsados durante el mandato que terminó el viernes) y con muy buenas palabras. Irreprochable. En cambio, su antecesor en el cargo, Carlos González, decidió pasar a la posteridad (es más que probable que no podamos volver a escucharlo como responsable socialista habida cuenta de que anunció el jueves que dejará paso a otro compañero para esta tarea), al igual que la cabeza de lista de Compromís, Esther Díez, con algo que más parecía un mitin electoral que una intervención en el acto institucional más importante de cualquier ayuntamiento.

Las 250 personas invitadas se merecían algo más de altura de miras que las demostradas por las dos formaciones que pasan a ser oposición y, he de decirlo, con tantos sueldos puestos por el equipo de gobierno de PP-Vox que creo que convocarán más veces cada día a los periodistas que el propio equipo de gobierno porque, aunque parezca curioso, para eso les pagan, para que los fiscalicen. La apuesta es arriesgada.

Emocionante

La prueba viva de todo ello la dieron los asistentes con la cerrada ovación a Carlos González cuando, al inicio del acto, prometió su cargo como concejal. Fue un momento emocionante que, minutos después, destrozaría el hasta ahora alcalde con ese ataque feroz, fuera de lugar a Pablo Ruz y hasta egocéntrico porque dijo que él tenía que haber sido de nuevo alcalde como candidato más votado. A veces (mejor dicho casi siempre) es mejor estar callado que abrir la boca o, al menos, si lo haces mides tus palabras. Durante estos años en los actos institucionales González se ha caracterizado por una actitud muy distinta a la demostrada ayer. Y no creo que a estas alturas lo hiciera para ganar puntos ante nadie de su partido ni lo esperaran de él.

Aurora Rodil y Pablo Ruz, en el camarín de la patrona de Elche, al finalizar el pleno. | MATÍAS SEGARRA

El grupo socialista, votando en el pleno a González como candidato a la Alcaldía | MATÍAS SEGARRA / M.Alarcón

Trabajo

PP y Vox tienen mucho trabajo por delante, pero también el PSOE y Compromís, quizá más esta última formación aunque se haya quedado con una única edil. Todo comenzará el próximo lunes pero mal hará la oposición en fiar su destino a repetir el mantra que oímos ayer o hablar del tufo a naftalina que destila este pacto. Pensar que alguien te va a votar más por lo que criticas que por lo que están dispuesto a aportar -o a sumar, palabra ahora que está de moda- es una apuesta que, por lo visto ayer, es la única que barruntan.

El equipo de gobierno tiene trabajo porque, no lo olvidemos, por mucho que nos diga Ruz y Rodil que cuentan con unos grandes profesionales y preparados, en realidad son un grupo de ciudadanos que en su mayoría desconoce los complicados pasadizos de la política y aún más de la administración.

El rector junto a los exalcaldes Alonso, Soler, Macià y Rodríguez. | MATÍAS SEGARRA

Aurora Rodil y Pablo Ruz, en el camarín de la patrona de Elche, al finalizar el pleno. | MATÍAS SEGARRA / M.Alarcón

Cien días

No sé si a PP y a Vox hay que darle 100 días de tregua pero nadie puede negar que son consecuentes con todo aquello que son sus señas de identidad y que vienen proclamado desde mucho antes de la campaña. Está claro que no van a quitar cruces pero, ¿las quitó el PSOE y Compromís durante estos años?. Pues tiempo tuvieron.

Tanto Ruz como Rodil reiteraron en el salón de plenos algunos asuntos que a mí me suenan raros, como cuando hablan de la familia o de la vida, como si hubiera que defenderla. Lo mismo que cuando hablan de sanidad, educación y empleo, áreas donde poco o muy poco ha sabido hacer una administración local hasta ahora. Para eso hay que tocar otras puertas.

Cuando un silencio es mejor que mil palabras

El rector junto a los exalcaldes Alonso, Soler, Macià y Rodríguez. MATIAS SEGARRA / M.Alarcón

Con Ruz vamos a ver otra forma de hacer política, no sé si mejor o peor, o si Vox será una buena o una mala influencia. A esa pregunta solo hay una persona que sepa la respuesta, es Sergio Rodríguez. La única persona que sin estar logró emocionar ayer al nuevo alcalde de Elche.