Las plagas en los huertos merman hasta un 20% la producción de palma blanca

Los artesanos detectan que el calor en invierno y la retirada de algunos fitosanitarios han elevado la presencia de picudo y cochinilla

Subidas de 50 céntimos a dos euros en las elaboraciones para evitar pérdidas de un sector cada vez más minoritario

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

Las temperaturas primaverales este pasado invierno no han beneficiado demasiado al sector de la palma blanca. Productores y artesanos detectan una merma que va del 10 al 20% de la producción ante el avance de plagas en los huertos del temido picudo rojo y la cochinilla. Además del componente climático, el gremio sopesa que el avance de estos insectos en la última campaña también se debe a la sustitución por normativa de algunos productos fitosanitarios, que eran eficaces, por otros menos tóxicos que, según quienes se dedican a trabajar las palmeras, no terminan de poner coto a estas especies.

Más palmeras

La situación ha llevado al sector a tener que incrementar el volumen de palmeras encaperuzadas para tratar de amortiguar lo máximo posible la bajada de rendimiento de las plantas para este fin simbólico que llena del característico color amarillo el Domingo de Ramos. A pesar de los baches en el camino, y las dificultades para tener previsión, los artesanos confían en salvar la temporada, teniendo en cuenta que dedican meses, prácticamente desde el fin del verano para preparar palmas a un año vista.

Uno de los productores de palma blanca en uno de los puestos del mercado instalado en la Plaça de Baix este sábado

Uno de los productores de palma blanca en uno de los puestos del mercado instalado en la Plaça de Baix este sábado / Matías Segarra

«Hay que poner mucho capital por adelantado para verlas venir», resalta Jorge García, productor que se dedica por entero a la palma blanca y llega a exportar el sello ilicitano por toda la geografía española e incluso a Italia e Inglaterra. Desde su puesto asignado en el mercado de la Plaça de Baix refería este sábado a INFORMACIÓN que toda la producción está ya repartida salvo una muestra testimonial de las variedades que ofrece en la carpa frente al Ayuntamiento. Es de los que ha tenido que subir un par de euros modelos como la palma lisa, un incremento progresivo al que muchos en 2023 tuvieron que recurrir para que les salgan las cuentas.

Un oficio con menos relevo

Todo en unos tiempos en los que cada vez quedan menos personas dedicadas a este oficio. Cuesta encontrar relevo generacional y es evidente con sólo echar la vista atrás. Los productores recuerdan que hace décadas el número de puestos se llegaban casi a duplicar en el centro y han perdido fuelle la presencia de artesanos en otros puntos como la Plaza de Barcelona, a pesar de que se ha diversificado el servicio de venta que llega a pedanías y barrios como Altabix, indican Marina Serrano y Aitana Palazón, de la familia Serrano Valero. Ellas, sin dedicarse a la artesanía cada año procuran echar una mano con la venta.

Toni es de los pocos jóvenes que quieren seguir el legado de sus predecesores. Mano a mano junto a Antonio García, su padre, ofrece las palmas y responde a las típicas preguntas de los clientes: «¿a cuánto sale esta?», «¿y cuánto tiempo aguantan?». Por ahora se está formando en jardinería pero le gustaría ejercer de palmerero. Vive con orgullo ser la cuarta generación que mantiene la finca en la que disponen de más de medio millar de palmeras datileras.

Esperan llegar a vender prácticamente la totalidad de palmas preparadas, como en 2023, y en caso de que quedase un remanente apuntan que las técnicas de conservación han mejorado, y hay ejemplares que se envasan al vacío y se resguardan en neveras.

Más modelos

Jerónimo Quiles, de El Cor d’Elx, lleva mamando de la tradición por las palmas prácticamente desde la cuna y ha sido testigo de cómo el oficio se ha ido adaptando para sobrevivir con más diversidad de modelos hechos con palma. Los artículos sirven hasta de centro de mesa y llegan a elaborar veinte tipos de solapas, teniendo en cuenta que a pesar de ser la pieza más pequeña es de las que más se demandan últimamente. La merma por las plagas, que es generalizada en el sector, les ha obligado a reducir el volumen de género en los pedidos y a tener que declinar encargos de última hora.

Ver en plena venta a Tere y Toñi Ferrández, conocidas como la familia de El Galgo, es una muestra clara de lo que es una tradición que define a Elche, y viven con ilusión estos días con clientela fija de décadas. Ambas hermanas, que compaginan sus trabajos con el reparto de palmas para sacarse un plus y seguir el recorrido de su padre, reconocen que han tenido que subir unos céntimos algunos productos para mantenerse.

Mazón visita el mercado

Aunque la bajada de temperaturas y el tiempo nublado puso en alerta a los vendedores, ha tenido buena acogida el mercado, y además de turistas pasaron este sábado el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón y el alcalde, Pablo Ruz, que recibieron solapas de obsequio. El responsable autonómico también observó el montaje de algunos tronos horas antes de la multitudinaria procesión de este domingo en la que está previsto que acompañe también a Jesús Triunfante por las calles de la ciudad.