Muere un trabajador en una empresa de Agost tras caer desde una altura de tres metros

El fallecido, que trabajaba como electricista en La Escandella, ha sido encontrado en el suelo por compañeros

Parte de la fábrica de La Escandella, en Agost.

Parte de la fábrica de La Escandella, en Agost. / David Revenga

Un trabajador de la empresa de cerámica La Escandella, de Agost, ha fallecido en la mañana de este lunes tras sufrir un accidente laboral. Según han explicado fuentes de la propia compañía, el suceso se ha registrado alrededor de las once, cuando todo parece indicar que el operario, de 48 años de edad, se ha precipitado desde lo alto de una plataforma situada en el interior de una de las naves de la empresa, donde se encontraba realizando labores de electricista. La caída se ha registrado desde unos tres metros de altura.

El accidente, en cualquier caso, no ha sido presenciado por nadie, siendo compañeros del fallecido los que lo han encontrado en el suelo. El equipo médico del SAMU solo ha podido confirmar el fallecimiento del trabajador, que llevada dos años y medio en la empresa ocupándose de tareas relacionadas con la electricidad. Hasta el lugar de los hechos también se han desplazado agentes de la Guardia Civil, que se están ocupando de la investigación. A falta de concretar con exactitud cómo se ha producido el accidente, todo parece indicar que el fallecido no llevaba equipo de sujeción.

Este percance se produce en un momento en el que la siniestralidad laboral no para de incrementarse. El último año, sin ir más lejos, los accidente laborales aumentaron en la provincia de Alicante en un 2,07%, elevando la cifra por encima de los 16.000. Se dio la circunstancia, además, de que 28 de ellos fueron mortales, lo que supone justo el doble que en el ejercicio anterior.

El paulatino aumento de la actividad tras la pandemia se esconde detrás de estos incrementos, que los sindicatos exigen combatir con más inspecciones y un exhaustivo cumplimiento de los planes de prevención de riesgos. La patronal, por su parte, apuesta por la elaboración de un plan de choque autonómico, con la participación de las administraciones públicas y los agentes sociales, que esté dotado de recursos económicos y que permita promocionar políticas de seguridad laboral e invertir en prevención.