El Balneario de Aigües: Una trampa mortal

Los vándalos abren al menos tres agujeros en el vallado realizado de forma subsidiaria por el Ayuntamiento y destrozan las cámaras instaladas en 2022 para evitar el acceso al peligroso inmueble, donde falleció el pasado fin de semana un joven. El Consistorio volverá a taparlos orificios en el vallado y se lo volverá a reclamar a la propietaria, en concurso de acreedores

Ni el nuevo vallado ni las cámaras que se instalaron hace un año han podido poner coto al vandalismo, el esoterismo y el botellón en el Balneario de Aigües. El pasado fin de semana un joven de 19 años perdió la vida de madrugada al sufrir una caída dentro del inmueble, al que se supone accedió por uno de los agujeros que algún vándalo ha abierto en el cercado en los últimos meses. El pasado jueves se podían contabilizar al menos tres orificios en el vallado instalado por el Ayuntamiento de forma subsidiaria en marzo de 2022, uno de ellos tapado con alambre de espino. Y de las cámaras no hay rastro. Han sido destrozadas.

El Consistorio aigüero, tras reclamar desde hace más de una década en repetidas ocasiones a la empresa propietaria del preventorio que vallara el complejo, acometió directamente la obra ante la situación de la mercantil, inmersa en un concurso de acreedores, a la que se le ha reclamado el coste de la obra. Y lo hizo después de una denuncia del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil tras quejas vecinales sobre la peligrosidad del lugar, que notificó la Benemérita a la propiedad, Procumasa, del expresidente del Hércules Valentín Botella.

El objetivo era atajar la proliferación de actos vandálicos, botellones y sesiones de espiritismo en este bien protegido que sufre un deterioro imparable, tal y como informó este medio hace un año. Y pese a la actuación acometida, que supuesto un relevante desembolso de 20.000 euros para un consistorio pequeño como Aigües, y los numerosos carteles que advierten de la prohibición de acceso y del riesgo que representa, parece no haber frenado la atracción que supone este enclave.

Se buscaba con el cercado garantizar la seguridad y que no se produjeran más destrozos en esta joya del siglo XIX, incluyendo la instalación de cámaras de seguridad para evitar nuevos actos vandálicos y accesos a un inmueble que está en ruinas. Además, se sellaron varios agujeros y túneles, aunque el Balneario esta lleno de conducciones subterráneas y las diferentes plantas presentan riesgo de derrumbe o hundimiento, así como la cubierta.

Los bomberos durante las tareas para rescatar al joven fallecido el pasado fin de semana

Los bomberos durante las tareas para rescatar al joven fallecido el pasado fin de semana

Desde hace dos décadas, pese a las medidas adoptadas, se ha seguido accediendo al interior de la finca y del inmueble. De poco han servido las varias veces que se ha vuelto a vallar la parcela, el tapiado de puertas y ventanas o la retirada de la pasarela que daba acceso a la segunda planta, ya que se han hecho agujeros en las vallas y butrones en varios accesos para entrar e incluso expoliar lo poco que quedaba en su interior de esta joya del XIX. Es más, en 2016, un día después del sellado de accesos, ya alguien abrió un agujero en una de las puertas tapiadas

Así, el Ayuntamiento va a intentar con los operarios municipales tapar los agujeros y reclamar su coste a la mercantil, según han informado fuentes municipales. Tras el suceso del pasado sábado, el miércoles el Consistorio a través de su Facebook emitió un comunicado en el que manifestaba que "después del terrible suceso acaecido en la madrugada del sábado en el Preventorio y una vez contrastados todos los datos con la Guardia Civil de San Vicente, desde el Ayuntamiento de Aigües lamentamos la triste pérdida del joven y trasladamos nuestro más sentido pésame a sus padres, familiares y amigos. Descansa en paz".

Denuncia del Seprona

El último vallado se adoptó tras una denuncia del Seprona, a raíz de multitud de quejas vecinales por las actividades que se desarrollan en este enclave a horas intempestivas, sobre todo por la noche, en la que las personas acceden a la parcela. Por ello la Guardia Civil remitió la denuncia al Ayuntamiento y la Generalitat por presunta infracción a la Ley 5/2014, de 25 de julio, de la Generalitat, de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, para que requirieran a la empresa a vallar el recinto, para evitar la entrada de personas a la parcela y derribar elementos que puedan desprenderse e incluso apuntalar en caso que fuera necesario, para así garantizar la seguridad.

Pese el peligro que representa, estas medidas no han ahuyentado las visitas al interior del Balneario, sobre todo a los amantes de lo esotérico, que tienen en el inmueble y su escabroso pasado como preventorio antituberculoso durante el franquismo uno de sus escenarios preferidos de la provincia, por sus supuestas apariciones fantasmales.

Pese a que en 2016 Procumasa tapió las entradas al edificio, se han venido produciendo destrozos en algunos muros, y también se puede intentar acceder escalando por la fachada, con el evidente peligro que ello supone.

Se llevaban hasta los puntales del vallado

El vallado venía siendo una reclamación del Consistorio desde hacía años que rechazaba la empresa, que alegaba que había cercado ya tres veces el recinto y que los vándalos se llevaban hasta los puntales. Tras esta denuncia de la Guardia Civil en noviembre de 2020, el Ayuntamiento requirió al dueño para que actuara en enero de 2021, sin obtener respuesta, aunque finalmente autorizó la instalación de las cámaras, cuyo coste, al igual que el vallado, que se ha reclamado.

Procumasa proyectaba un complejo hotelero de lujo que llegó a ser presentado en Fitur en 2007, pero con la crisis inmobiliaria el plan se vino abajo antes de ponerlo en marcha y la empresa entró en concurso de acreedores en 2019, cayendo el Balneario de nuevo en el olvido y el abandono, hasta que el pasado fin de semana volvió a ser noticia por el accidente que acabó allí con la vida de un joven.