Jornada récord en la Lonja del Pescado de Alicante. Los veinte barcos españoles de cerco que faenan en la costa de Alicante lograron ayer un récord de capturas al llegar al Puerto de Alicante con un total de 18.700 cajas de pescado o, lo que es lo mismo, 159 toneladas de melva, boquerón y sardinas, que se han comercializado en una jornada histórica para la Lonja desde que abriera a principios de 2017. Por otro lado, los barcos franceses que llegaron hace dos semanas en busca del atún rojo siguen faenando en aguas entre Dénia, Ibiza y Formentera.

La Conselleria de Agricultura concedió en febrero de 2017 la licencia a la mercantil Llotja d`Alacant para la apertura de la actividad comercial en la Lonja del Pescado del Puerto de Alicante tras casi un año de gestiones desde que los empresarios alicantinos Felipe Fuster y Francisco Mira se hicieran con la concesión.

El Puerto habría aprobado en abril de 2016 adjudicar a la mercantil Llotja d´Alacant, la gestión de la lonja, una infraestructura que llevaba cerrada desde hace 12 años, lo que llevó incluso a la quiebra a la Cofradía de Pescadores de Alicante, y que recuperó su actividad de comercialización del pescado en primera venta. Para ello, Llotja d`Alacant, vinculada a mayoristas de pescado de Alicante, paga un canon de cien mil euros al año al puerto.

Hasta el momento, el pescado y el marisco fresco de bahía y del Mediterráneo llegaba desde las lonjas de Altea, La Vila y Santa Pola. De ahí el reto de la mercantil, constituida por Francisco Mira, propietario de Pescados Mira y Felipe Fuster, de Alicante Port, de buscar mercancías para la lonja.

El Puerto fue puntero hasta 2003, cuando la lonja llegó a mover 50.000 kilos de pescado. La cofradía decidió entonces aumentar el negocio e impulsó la construcción de un inmueble que costó 3,5 millones confiada en unas ayudas de la UE que nunca llegaron. Los bancos, Caja Duero en su día, embargaron y el edificio volvió al Puerto.