Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La facturación del comercio de cercanía cae un 30% mientras los gastos para abrir la persiana crecen un 40%

Los pequeños establecimientos de la provincia sufren en lo que va de año dos subidas de las tarifas de proveedores y se duplica el recibo de la luz. Los paros por la escalada de los combustibles complica la llegada de suministros para textil y el precio final al cliente se eleva un 15%

37

El pequeño comercio de la provincia sufre para seguir abierto Pilar Cortés/David Revenga/Antonio Amorós

La escalada de costes en la electricidad, los combustibles y las materias primas afecta de lleno al comercio de cercanía, que sufre un incremento del 40% en los gastos para subir la persiana a la vez que se retrae el consumo en hasta un 30% dado que la ciudadanía gasta de nuevo en productos esenciales y ahorra en cuestiones que no son de primera necesidad, según las federaciones consultadas.

¿Cómo capea el pequeño comercio la situación actual de elevados precios de la energía, el gasoil y subida de los costes de los productos en origen? Aunque intentan no repercutir el estrechamiento del margen de beneficios y los incrementos en el consumidor, la subida media de precios es de un 15% y eso que, por ejemplo, en el caso del textil las colecciones de verano están ya compradas por lo que el repunte de costes llegará con las colecciones de invierno. En todo caso, la situación ha cortado de raíz la recuperación del sector, que llegó a perder un 90% de negocio en la pandemia y que había rescatado un tercio de lo perdido, y el impacto en los complementos es importante. En las tiendas de muebles hay artículos han multiplicado por dos su precio.

En cuanto al gran comercio, de momento "no estamos notando una incidencia significativa en la afluencia, aunque si la presión inflacionista persiste en el tiempo, terminará afectando", admite Joaquín Cerveró desde la Asociación de Grandes Empresas de Distribución (ANGED).

Los pequeños establecimientos de la provincia sufren en lo que va de año dos subidas de las tarifas de proveedores y se duplica el recibo de la luz. Los paros por la escalada de los combustibles están complicando la llegada de suministros de otras comunidades, como tarros para introducir especias, cajas y etiquetas.

El sector, estas últimas semanas, ha tenido “grandes problemas con entregas que no llegaban y desabastecimiento en algunas líneas de venta”. Si con la crisis de contenedores previa a Navidad, a la tienda de bisutería y complementos de Sandra Fiebelkorn en el centro de Alicante no llegaban modelos nuevos y tuvo que exhibir los bolsos de temporadas pasadas, ahora el problema es que "cuando queremos reponer no hay género porque no hay materia prima. Tenemos que viajar a buscar a los proveedores y traernos los artículos, así que he gastado muchísimo más".

La propietaria de la tienda tiene que ir a buscar ella misma los artículos al no enviárselos los proveedores Pilar Cortés

“El mayor problema últimamente es la subida de las tarifas del transporte. Se suma a la de las materias primas porque vamos por el segundo o tercer incremento de la tarifa de los proveedores, y al encarecimiento de la energía, que repercute una exageración en el pequeño comercio. Como no seamos capaces de mitigarlo de alguna forma a algunos establecimientos les puede suponer el cierre”, advierte el presidente de la Federación Alicantina de Pequeño y Mediano Comercio (Facpyme), Carlos Baño.

El dirigente de esta patronal recuerda la gran cantidad de horas que están abiertas las tiendas con la calefacción puesta, con la iluminación, además de las que tienen cámaras frigoríficas, “un desastre y cuando llegue el verano pasará lo mismo con el aire acondicionado. Las pequeñas empresas no tenemos alternativa. Las grandes están instalando energías alternativas, como placas solares. El pequeño comercio no puede hacer nada al respecto. Sabemos lo que cuesta abrirlo y mantenerlo. Es muy complicado, y cada uno que cierra son familias que se quedan sin recibir ingresos”.

Electricidad

Según Facpyme hay comercios a los que la factura de la luz se les ha multiplicado por dos en un año, algunos pagan hasta 500 euros. “Lo único que se puede hacer ya se ha hecho, que es cambiar toda la iluminación a led”.

“Esto se ha convertido en la tormenta perfecta. A una situación dramática con el covid, cierres y reducción de horarios, se une la subida de la energía y la guerra en Ucrania. Todo sube más, la situación es insostenible, afecta a los precios de los proveedores, a las materias primas, los transportes. Tenemos acuerdos de tarifas pero en lo que va de año los proveedores las han subido ya dos veces. La inestabilidad que hay es increíble”.

" Los ayuntamientos que han eco estas campañas que han ayudado a mantener puestos de trabajo y animado a los consumidores a que acudan al pequeño comercio. Han ayudado a salvar un poco el tipo”

Carlos Baño - Presidente de la federación Facpyme

decoration

Aún así, lejos de dramatizar, Baño reclama ayuda a las instituciones. Considera que las campañas de bonos de comercio, que han funcionando, son a partir de ahora más necesarias que nunca. “Los ayuntamientos que han hecho eco de estas campañas que han ayudado a mantener puestos de trabajo y animado a los consumidores a que acudan al pequeño comercio. Han ayudado a salvar un poco el tipo”. Esta patronal está en conversaciones con el Ayuntamiento de Alicante para su renovación, así como los los consistorios de Calpe, Elche o Torrevieja, “y estamos animando al resto de municipios donde tenemos asociación, contándoles los casos de éxito, y hay buenas perspectivas”.

Menos consumo

Otro aspecto de esta crisis es que, al subir el precio de los productos, queda menos margen al ciudadano para consumir, con lo que su capacidad de gasto ha caído bastante en un año “y deriva en una bajada de la demanda. Un mayor costo y menos posibilidades de facturación repercute en la cuenta de explotación de cualquier comerciante. La única manera de paliarlo es bonificando el consumo”.

En cuanto a la facturación, según datos de comerciantes, es ahora entre un 20% y un 30% menor a un año normal. “Como en teoría se ha desconvocado el paro del transporte las expectativas para próximas semana es que funcione mejor pero en algunas zonas es muy complejo. Productos que venían a la provincia del sur de España, de Madrid y de Galicia no llegaban porque el transporte estaba bloqueado, de ahí el desabastecimiento de leche”.

Pero no solo eso, sino que repercutía al textil pues mucho llega de Andalucía, “y con que tengas desabastecimiento de un proveedor que fabrica etiquetas o cajas ya hay problemas”. Una empresa alimentaria, según explicó, tuvo que parar la planta unos días porque no llegaban tarros que envían también de Andalucía para las especias. “Es una cadena. La venta no sube pero sí los gastos, se reduce tu margen y hay menos disponibilidad para gastar”.

"Llega mucho textil de Andalucía y con que tengas desabastecimiento de un proveedor que fabrica etiquetas o cajas ya hay problemas. La venta no sube pero sí los gastos, se reduce tu margen y hay menos disponibilidad para gastar”.

Carlos Baño - Presidente de la patronal Facpyme

decoration

En cuanto a la subida que se repercute en el consumidor final, rondaría de media el 15%. “Los comerciantes trabajamos con nuestro margen comercial, si el producto nos cuesta más pues tenemos que repercutir la subida. Depende de los productos pero cuanto más volumen tienen la subida es mayor. En muebles hay cosas que se han multiplicado por dos. La incidencia del coste del transporte repercute de diferente manera”.

Como ejemplo, Baño indica que el contenedor con producto de importación costaba antes sobre 3.000 dólares y se ha llegado a pagar 12.000 dólares. “Si el producto que traes da mucho volumen y caben pocas unidades la subida es brutal, sin embargo si es pequeño y el importe del producto unitario es alto, la repercusión es más pequeña”.

8

Problemas en el pequeño comercio por la subida de la energía y las materias primas

El vicepresidente de esta federación, Vicente Armengol, tiene una tienda de cercanía en el centro de Alicante donde vende moda de hombre y ceremonia. Afirma que subir la persiana es para ellos cada vez más caro sin apenas apoyo. “Estamos notando el impacto de la guerra en Ucrania porque a nivel económico todo esto repercute en los bolsillos de las familias, con menos dinero para consumir, solo lo estrictamente necesario, es decir, la alimentación. Marzo ha sido bastante duro para muchos (un 30% de caída de facturación) y las soluciones no llegan lo rápido que se necesita para paliar lo que se sufre. A la gente no le queda dinero en el bolsillo para lo superfluo y gasta en lo puramente necesario”.

De ahí, que se esté notando mucho en complementos, y quizá algo menos en boda porque las ceremonias siguen adelante. “Ahora se está viendo el bolsillo de las familias muy mermado, estamos en economía de guerra. Algunas joyerías esta semana no han puesto ni pilas de relojes”.

"Estamos notando el impacto de la guerra en Ucrania porque a nivel económico porque todo esto repercute en los bolsillos de las familias, con menos dinero para consumir y solo lo estrictamente necesario"

Vicente Armengol - Vicepresidente segundo de Facpyme y comerciante

decoration

El encarecimiento de energía, combustibles y productos en origen supone para la mayoría un incremento medio del 40% en los costes de subir la persiana, “y depende del sector. En la línea de textil y calzado de momento la colección de verano no se está viendo repercutida en precios porque los pedidos se hacen meses antes y los proveedores los ha mantenido, los costes estaban consolidados. Gente de mi sector no ha incrementado. El problema va a venir con las nuevas colecciones de verano y pedidos de invierno puede tener un aumento de tarifas entre el 10% y el 30% y repercusión en los precios de venta”.

Armengol, presidente también de Corazón de Alicante, destaca que existen problemas para recibir la mercancía de temporada porque algunos fabricantes tampoco han recibido material para confeccionar. También hay comerciantes que ajustan la iluminación de su escaparate al horario de cierre cuando antes lo tenían encendido un par de horas más, lo que además daba ambiente a la zona comercial. De ahí la campaña “Sin luz no brillas”. Además, afirman que el centro está muy desangelado por las tardes y apenas hay clientes.

Salimos de una pandemia y ahora tenemos otra incertidumbre creada con esta inflación, pago de impuestos, y mucha gente no sabe de dónde va a sacar el dinero porque pagamos sin parar con poco negocio”.

Especulación

Vanessa Cardenas, vicepresidenta de la federación de gremios y asociaciones de comercios Unió Gremial de la Comunidad Valenciana, descarta problemas de desabastecimiento y lamenta “la falsa alarma creada por determinados sectores vinculados a las grandes cadenas para fomentar el consumo indiscriminado y especular con el precio de los productos”.

Señala que el producto de primera necesidad está garantizado y “más aún si hablamos de producto de proximidad y de proveedores locales”.

Unió Gremial sí que ha detectado que hay algunos artículos con un ligero retraso en los plazos de entrega, “pero con la previsión con la que solemos trabajar no supone demasiado problema para el comercio y no afecta al consumidor final”.

Sí admiten que, en general, la mayoría de los sectores del comercio han sufrido un aumento en el precio de los productos. “Este aumento depende del tipo de producto, en los productos de primera necesidad esta subida es bastante menor que en productos más especiales o de consumo esporádico. No obstante, el comercio tradicional se resiste a trasladar estas subidas a la venta al cliente, demostrando, una vez más, que actúa de manera responsable y apuesta por la estabilidad en servicio y calidad. El debate de la especulación en los precios, la escasez de productos, etc. responde a estrategias propias de las grandes cadenas. El comercio tradicional se resiste siempre a aplicar las subidas que, a menudo, repercuten directamente en los pequeños negocios. Solamente se trasladan cuando el precio viene ya fijado y marcado por las grandes cadenas de distribución”, insiste.

“El aumento de precio depende del tipo de producto, en los productos de primera necesidad es bastante menor que en otros más especiales o de consumo esporádico. No obstante, el comercio tradicional se resiste a trasladar estas subidas al cliente"

Vanessa Cárdenas - Vicepresidenta de la federación Unió Gremial

decoration

Consumidores

Por su parte, la Unión de Consumidores de Alicante recuerda a los ciudadanos que no es necesario abastecerse en exceso de productos básicos tanto en comercios locales como en supermercados ya que el problema reside en el transporte de los mismos, no en su existencia; “estos están asegurados, a la espera de que se resuelva el conflicto con el transporte totalmente”, señala su presidente Cecilio Nieto.

"No es necesario abastecerse en exceso de productos básicos tanto en comercios locales como en supermercados porque el problema no está en su existencia"

Cecilio Nieto - Presidente de la Unión de Consumidores

decoration

¿Qué hacer?

Los comercios tienen que tener alma, pasión y humanidad, afirma la profesora María Dolores de Juan Vigaray, titular del departamento de Marketing de la Universidad de Alicante. ¿Esto qué significa? Que se debe apostar por la tienda de cercanía reforzando lo local y lo sostenible, con un servicio que tenga alma para el cliente, sumando a la oferta de productos eventos como catas, actos sociales y actividades para que esté viva y que haga que el público objetivo quiera acercarse a verlo.

La también profesora de Comercialización e Investigación de Mercado, que ha aprovechado un desplazamiento a Francia para captar ideas, destaca la importancia del lado humano, del vínculo entre comerciante y cliente, con interrelación entre los propios establecimientos. También es clave la hiperespecialización y la digitalización, "no hace falta tener un robot pero sí poder pagar por bizum; o pedir hora por wasap. Más allá de la tienda física tiene que hacerse líquida y tener al menos una web y alguna red social para poder buscarlo y saber si está abierto o cerrado".

"Vine a Francia para otros temas y me puse a recorrer comercio. En Lille hay mucho, con un centro espectacular y muchos restaurantes. He observado que funcionan tiendas pequeñas y especializadas". En Alicante, con sus alumnos del Máster en Desarrollo Local e Innovación Territorial, ha visitado comercios que se han reinventado durante la pandemia y que utilizan nuevos canales de comercialización como enviar al cliente un excel con productos locales y sus precios, que llevan a una tienda concreta desde la huerta donde los pueden recoger; o acciones como visitas para ver las colmenas en la sierra donde obtienen su propia miel.

Compartir el artículo

stats