Ni una mesa libre en la costa de Alicante hasta el mes de septiembre

Los establecimientos de restauración de Playa de San Juan se encuentran casi al completo para los meses de julio y agosto

Los restauradores de la zona del litoral del Postiguet lamentan que no les vaya tan bien por el calor y las obras

Un restaurante en la playa de San Juan con las mesas llenas este viernes.

Un restaurante en la playa de San Juan con las mesas llenas este viernes. / AXEL ALVAREZ

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Ir a la playa y, tras un baño refrescante, disfrutar de un arroz alicantino elaborado en primera línea de costa es uno de los planes más buscados en verano. Sin embargo, este estío para el que no haya sido previsor será más difícil de lograr que en años anteriores y es que los restaurantes y chiringuitos de la costa alicantina han colgado ya el cartel de «lleno absoluto» para los meses de julio, agosto y septiembre y conseguir una mesa en ellos se antoja cada día que pasa más complicado.

Las reservas para comer o cenar rozan el completo en julio y se complican para el mes de agosto y la primera quincena de septiembre sobre todo en la playa de San Juan, la zona estrella en la que más restaurantes se pueden encontrar junto al arenal. Precisamente, uno de los establecimientos más longevos de la zona ya se encuentra rozando el completo hasta el mes de septiembre sin apenas huecos para poder satisfacer reservas que llegan a última hora. «De momento está todo muy reservado, tenemos ocupado con reservas todo julio y el mes de agosto empezamos a tenerlo casi lleno ya, es una cuestión de días», asegura el responsable del local. 

Con las mesas llenas y sin un hueco durante los fines de semana para toda la temporada estival se encuentran desde esta primera quincena de julio en el restaurante Qué Rico, también situado en el paseo de la playa de San Juan. «Estamos bastante contentos con este verano. Parecía que empezaba un poco más flojo por el fuerte calor que hace que no haya mucha gente paseando a mediodía y que los visitantes prefieran quedarse en la playa o irse a comer a casa pero poco a poco se está animando. Los fines de semana estamos a reventar y lo más normal es que no tengamos ni un hueco a partir del viernes. Además, si los clientes llaman más tarde de un lunes o martes es muy difícil que consigan mesa sobre todo de cara al fin de semana que es cuando más gente viene a comer» señala Pablo Buigues, responsable del local. 

Una familia comiendo un arroz este viernes en un establecimiento en primera línea de playa.

Una familia comiendo un arroz este viernes en un establecimiento en primera línea de playa. / AXEL ALVAREZ

Llamar con antelación para asegurarnos un sitio en estos locales con tan alta demanda es precisamente uno de los consejos que dan los responsables de estos establecimientos. «La gente nos llama con 15 o 20 días de antelación para garantizar su reserva, algunos incluso cuando llaman intentan cerrar reservas para varias fechas en una llamada y así se aseguran de que podrán venir cuando tenían planeado y que no tendrán que estar preguntándose si habrá o no habrá hueco», explica Alfonso Requena, responsable de Arroceros Terracita Mayoral. Alfonso ratifica que el local también está al completo. «La verdad es que tenemos llenos ya todos los días de julio y casi todos los de agosto. La gente nos está haciendo reservas hasta el mes de septiembre, sobre todo para la primera quincena pero para la segunda también». 

Una temporada de «lleno absoluto» en las mesas y barras de los restaurantes y chiringuitos de playa San Juan que según indica Gabriela Córdoba, presidenta de la Asociación de Restaurantes de Alicante, ARA, llegará con esta intensidad hasta la primera quincena de septiembre. «Estás en la playa, de veraneo, disfrutando del buen tiempo y es normal que a la gente le apetezca comer por esa zona y que los restaurantes se llenen tanto para comer como para cenar». 

La isla de Tabarca es también uno de los mayores atractivos de la ciudad tanto para visitantes como para los locales, y sus restaurantes y chiringuitos cercanos a las playas son buena prueba del lleno que experimenta la isla durante esta primera quincena de julio. En ellos también se complica la tarea de conseguir una reserva, sobre todo si se trata de una de última hora o de si los comensales son grupos muy grandes. 

«Trabajamos con reservas durante todo el año, ahora en verano se nota mucho el aumento de turistas nacionales que vienen a disfrutar de la isla y de su gastronomía», explica Arnau Bouayed, responsable del restaurante Nou Collonet. «Ahora mismo tenemos casi todo el verano completo y las reservas nos llegan desde hace meses, son sobre todo gente que repite y que nos conoce desde años, pero casi siempre dejamos un par de mesas sueltas sin reservar por si llegan clientes de última hora». 

En la isla no solo están completas las plazas para las comidas, sino también las cenas. «Los hoteles de la zona saben qué restaurantes están abiertos para comer y para cenar y los visitantes nos llaman incluso con meses de antelación para asegurarse que cuentan con una mesa para sus noches de verano», añade Arnau.

La antelación cuando se trata de comer durante un día de playa es lo que más buscan los visitantes que se acercan a la isla de Tabarca. «La gente ya sabe que tiene que llamar para reservar sobre todo si su intención es venir los fines de semana que es cuando más turismo llega a Tabarca», explica Antonio Alonso, responsable del restaurante Don Jerónimo. «Ahora es el momento del verano en el que más familias españolas vienen de visita, con ellos trabajamos el menú cerrado de caldero o de paella de marisco» añade.

Un camarero atiende a una pareja en un chiringuito de la playa del Postiguet.

Un camarero atiende a una pareja en un chiringuito de la playa del Postiguet. / Jose Navarro

Frente al negocio que se está realizando en playa de San Juan, en el lado contrario se encuentran los establecimientos de restauración que se encuentra distribuidos a lo largo del paseo de la playa del Postiguet. A estos parece no haberles acompañado tanto la suerte como a sus vecinos de playa San Juan, ya que algunos acusan una bajada del volumen de negocio respecto a años anteriores. 

Las obras o el retraso en la llegada de muchos turistas nacionales por las elecciones del 23J se encontrarían entre algunas de las causas de esta situación. «La verdad es que tenemos la percepción de que el verano no acaba de arrancar, tenemos trabajo porque estamos en primera línea de playa pero vemos que está más flojo el flujo de turistas este año, creemos que el corte de las calles y las elecciones han podido tener algo que ver porque no hay mucho turista español aún por aquí», asegura Katia Tarantello de Restaurante Kiosco Miramar. 

El colapso del tráfico afecta a las reservas

La presidenta de la Asociación de Restaurantes de Alicante, ARA, Gabriela Córdoba, explica que lo que ocurre en el centro dista mucho de la situación en las playas de la ciudad. «La ola de calor y el intenso bochorno a medio día está perjudicando a los servicios que se dan a la hora de comer, que se están viendo mermados porque la gente no sale de casa debido a las altas temperaturas». 

Sin embargo, a la hora de la cena la ciudad sí que se llena de visitantes que llenan terrazas y restaurantes. «Por las noches estamos teniendo unos servicios muy movidos, a la gente le gusta pasear y sentarse a cenar con o sin reserva», asegura Córdoba. 

Las obras que alteran desde principios del mes de julio a buena parte de la ciudad de Alicante también se han convertido en una desventaja para aquellos turistas y alicantinos que quieren disfrutar de una comida en una de las terrazas de la ciudad. 

La presidenta de la Asociación de Restaurantes de Alicante señala que la situación es diferente según si los locales de restauración se encuentran más o menos cerca de estas molestas actuaciones. «Hay varias cosas a tener en cuenta, el tema de las obras es que depende de la zona. Si los restaurantes se ven afectados o se encuentran cerca de ellas probablemente no lo pasen muy bien, sin embargo, los que estén más alejados tendrán un verano muy similar al del año pasado», explica Gabriela Córdoba.