Opinión | Crónicas lucentinas

HLA Alicante | Las siete bolas de Dragón

Columna semanal de Mar Galindo, que es profesora de la UA y doctora en Lingüística aplicada

Los jugadores del HLA Alicante celebran una victoria en el Centro de Tecnificación.

Los jugadores del HLA Alicante celebran una victoria en el Centro de Tecnificación. / Alex Domínguez

«Si ganamos el viernes contra Menorca, ya tenemos las siete bolas de dragón». Y así, sin más preámbulo, mi amigo Óscar me mandó al wasap el miércoles pasado un gif de Fogui, la mascota del Lucentum, convertido en guerrero saiyajin. Ya saben, como uno de esos padres que disfraza a sus hijos según la ocasión, Óscar vistió a su criaturica de personaje de «Dragon Ball», transportándome inmediatamente en el tiempo hasta esa infancia en la que mi hermano Miguel seguía las aventuras de Goku. «Venga, si el Lucentum gana el partido, lo escribo». Lo que no me podía imaginar es que, dos días después, amaneceríamos con la noticia de la muerte de su creador, Akira Toriyama. Sirva entonces este texto de homenaje al escritor e ilustrador japonés, a las siete victorias consecutivas del HLA Alicante y a la capacidad del padre de Fogui de tentar a la suerte. Ojito con Óscar y su instinto felino para estas cosas.

Efectivamente, cual guerrero incansable en busca de las siete bolas de dragón, el Lucentum ha conseguido siete victorias consecutivas que lo sitúan inamovible en el universo del «play-off» por el ascenso a la ACB. A pesar de que el año comenzó con derrota en Sevilla, la racha de triunfos contra ejércitos de distintas razas y criaturas no se hizo esperar con aquel jaque a Orenga frente a Castellón en el Pedro Ferrándiz hace dos meses.

La primera vuelta concluyó con victoria, y estrenamos la segunda con un gran despliegue de artes marciales por parte de los lucentinos en la difícil cancha de Valladolid, donde se consiguió una bola de dragón de muchísimo valor.

La aventura continuó contra los enemigos de Cáceres en casa tras el parón de la Copa. Tampoco Clavijo pudo resistirse al eficaz entrenamiento al que el maestro Pérez Caínzos ha sometido a los suyos, capaces de vencer a domicilio en Logroño y de nuevo a Melilla en Alicante, sin que tuvieran que intervenir Piccolo, Vegeta y compañía. Incluso los duros cántabros hubieron de rendir su reino al ímpetu lucentino, que encontraría la séptima bola de dragón contra Menorca en un último cuarto memorable en el Centro de Tecnificación el viernes pasado.

Fogui, la mascota del Lucentum, caracterizado como Son Goku.

Fogui, la mascota del Lucentum, caracterizado como Son Goku. / INFORMACIÓN

Siete combates sin igual, siete victorias consecutivas que nos permiten viajar a territorio astur con las siete esferas poderosas a invocar al dragón en Oviedo y esperar que nos conceda el deseo de vencer a Movistar Estudiantes este sábado cuando los colegiales lleguen en su nave al planeta de Fogui. ¿O en qué deseo estaban pensando ustedes…?