Nuevo presidente provincial de la Asociación Española contra el cáncer

Fermín Crespo Rodríguez: «Los movimientos cívicos mejoran y dan rapidez a la investigación del cáncer»

Recibió una llamada ofreciéndole un cargo al frente de un colectivo con el que siempre ha estado comprometido por razones familiares y no supo negarse. Fermín Crespo, 56 años, socio en una firma de comunicación, acepta un nuevo reto

Fermín Crespo, ayer en la empresa donde trabaja.

Fermín Crespo, ayer en la empresa donde trabaja. / ANTONIO AMORÓS

M. Alarcón

M. Alarcón

Abandona la presidencia de Elche Piensa para asumir la dirección provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), entidad que de su mano ha renovado el pasado mes la junta provincial. Junto a él se integran Ángela García Sansano y Arturo Jiménez Rodríguez, como vicepresidentes; Mercedes Martínez Cerdá, como secretaria; Francisco Compañ Jiménez, como tesorero; y Andrés Corno Caparrós; Pepe Crespo Monserrat y Macarena Robles Corral, como vocales.

¿Por qué ha aceptado el cargo?

El pasado verano se marchó la junta directiva y procedía la renovación. Me llamaron de Madrid, me dijeron que buscaban un perfil de una persona de mediana edad, del área de comunicación y con contactos empresariales. Yo no me podía negar. Es un reto importante y que me satisface personalmente.

¿Conocía ya la Asociación contra el Cáncer?, ¿había trabajado en el proyecto?

Yo había trabajado en varias ONGs pero nunca en esta. Pensaron que podía ser la persona que podía ayudar más a la organización y, como esto es una presidencia honorífica, bien intencionada y no remunerada, pensé que Elche Piensa (de la que ha dimitido para asumir el cargo) tiene mucha gente valiosa y yo podía ayudar aquí. Ha sido un cruce de caminos.

En diciembre conformó su equipo, ¿qué pretende su junta?

El primero es apoyar la magnífica labor que están realizando los profesionales de la Asociación, atendiendo a enfermos y familiares en toda la provincia; impulsar el voluntariado, con especial atención a las juntas locales de las distintas comarcas; incrementar el número de socios; fomentar los acuerdos con empresas y particulares para conseguir fondos destinados a la investigación; potenciar la visibilidad de la AECC Alicante, con una mayor presencia e implicación en la vida social, deportiva, cultural y económica; con el desarrollo de actividades que sirvan para formar y concienciar a la sociedad alicantina sobre la necesidad de llevar una vida saludable; y en la puesta en marcha de acciones para prevenir el cáncer y apoyar iniciativas solidarias que sirvan para recaudar fondos destinados a la investigación.

Siemprela investigación...

Sí, son cuatro años los que tenemos por delante para darle un nuevo impulso. Nos vamos a centrar en todas estas cosas, pero también en recoger el máximo dinero para la investigación porque ahí está la madre del cordero porque es una investigación de la que al final todos nos beneficiamos, con mejores tratamientos y más eficaces.

Con el cáncer, ¿estamos mejor o peor que hace diez años?

Se está mejor, eso es indudable, aunque hay más casos. Un ejemplo es el cáncer de mama, con mejores tratamientos y mayor supervivencia, hay más calidad de vida. También es cierto que somos más longevos y las cifras (de casos) son mayores, pero estamos mejor, quizá no donde deberíamos, pero mejor. Es un avance permanente que está vinculado a la investigación y a la concienciación social que es donde trabajamos.

¿No es triste que falte siempre dinero público para la investigación del cáncer?

Yo creo que son dos cosas. Siempre hay que pedir más dinero a la administración para la investigación, pero también hay una responsabilidad social que los movimientos cívicos mejoran y le dan más rapidez. La sociedad tiene que ayudar porque sus miembros se benefician, acelerando los procesos. Todo es complementarios y hay que seguir invirtiendo desde la sociedad civil o habrá cosas que no cubre nadie: la atención cercana, el acompañamiento a enfermos y familiares o la defensa de los intereses de los colectivos que pasan a una situación más vulnerable. Por eso tenemos una responsabilidad y he aceptado el reto con un equipo de trabajo equilibrado y con mucha ilusión. Aportar la parte cívica para que la sociedad esté en la derrota de esta lacra.

¿Aprendió algo de su experiencia familiar con la enfermedad que ahora le gustaría aportar?

En el cáncer se ha hecho de todo. Hasta que no nos podamos a trabajar... esto es una estructura muy grande y vamos a poner ilusion e intentar sumar. La estructura es muy importante y nos tenemos que involucrar en las personas, en darles visibilidad y eso es un trabajo del día a día. A mí me trataron muy bien cuando me afectó, con soporte médico y en lo personal que pude necesitar, pero todo es mejorable.

Tienen también un papel de informar y concienciar...

Sí y vamos a seguir trabajando sobre los factores que facilitan la prevención y detección precoz del cáncer con la finalidad de disminuir las tasas de incidencia y mortalidad en España. Tenemos que reforzar el papel del enfermo de cáncer como parte activa en la lucha contra esta enfermedad.