Raquel Peinado

«Nos falta educación para cuidar el suelo pélvico en nuestra rutina diaria»

La profesional del Hospital del Vinalopó Raquel Peinado ofrece en esta entrevista algunas claves para hacer frente a la incontinencia urinaria.

La experta en suelo pélvico Raquel Peinado.

La experta en suelo pélvico Raquel Peinado.

Borja Campoy

Borja Campoy

¿Cómo repercute el cuidado del suelo pélvico en los problemas de incontinencia?

La repercusión es muy positiva, ya que tener un suelo pélvico competente ayuda a evitar esos molestos escapes que aparecen ante determinados esfuerzos, ya sea toser, estornudar, reírse o al realizar actividad física. El suelo pélvico en buen estado mantiene la correcta estática visceral, ayuda a tratar la hiperactividad vesical y favorece la defecación. Además tiene un papel fundamental durante el parto y las relaciones sexuales. Lamentablemente todavía nos encontramos ante un tema tabú en nuestra sociedad.

¿En qué grado o porcentaje afecta a mujeres y hombres?

La Asociación Internacional de Continencia explica que la prevalencia media estimada ronda entre el 20 y el 30% en términos generales, con una elevación de hasta el 30-40% en las personas de mediana edad y de hasta un 30-50% en los ancianos. Si bien estas disfunciones urinarias pueden darse tanto en hombres como en mujeres, son las mujeres las se ven afectadas con más frecuencia. No por ello debemos olvidar que los hombres también la sufren, en muchas ocasiones tras una cirugía de próstata, afectando en gran medida a la calidad de vida y generando un impacto social y económico alto.

¿Cómo se sabe si se tiene el suelo pélvico debilitado?

Lo ideal sería poder contar con una valoración y evaluación por parte de un profesional cualificado. En caso de no haberla realizado, contamos con algunas pistas que nos pueden facilitar la detección. Tener pérdidas de orina durante un esfuerzo cotidiano nos indica que el suelo pélvico no es capaz de soportar la presión y por lo tanto aparecerá el escape. Las pequeñas gotas también son consideradas pérdidas, no las normalicemos. Este tipo de incontinencia la conocemos como urinaria de esfuerzo. Si percibimos ganas imperiosas de acudir al baño y no somos capaces de contener la orina antes de llegar, tenemos otra pista.

¿A qué edad se debe empezar a ejercitar el suelo pélvico?

Es un tema muy educacional, si nos informasen en los colegios, institutos, equipos deportivos o desde casa, la edad no sería un factor a tener en cuenta ya que formaría parte de nuestro crecimiento y lo implementaríamos en nuestra vida como cualquier otra rutina. El suelo pélvico está preparado para soportar presiones normales, por lo que lo más importante en este caso es prevenir el daño como lo hacemos con otras partes del cuerpo.

¿De qué manera se daña?

El embarazo y el parto son factores que pueden debilitar esta musculatura. Hay más factores: el estreñimiento crónico, el exceso de deporte de alto impacto, el sobrepeso y la obesidad, la menopausia, el tejido conjuntivo de mala calidad, las enfermedades respiratorias crónicas, el tabaquismo, las malas posturas...

¿Qué consejos puede dar para fortalecer el suelo pélvico?

Hay que minimizar los factores que lo dañan, conocer el estado de nuestro suelo pélvico, aprender correctamente a trabajarlo, realizar los llamados ejercicios de Kegel, aunque no son los únicos que lo fortalecen, mantener buenas posturas, evitar grandes esfuerzos, entrenar la faja abdominal conjuntamente con el suelo pélvico, no realizar el conocido «stop-pipí», que es cortar el chorro mientras orinamos, y hacer ejercicios a diario. Una de las claves es la constancia.

¿Hay más incontinencias relevantes junto a la urinaria?

No debemos olvidarnos que las incontinencias fecal o de gases también son patologías muy relevantes y generan gran afectación en la calidad de vida de quien lo padece. Es importante visibilizar a las mujeres diagnosticadas de endometriosis, ya que se pueden beneficiar de la fisioterapia de suelo pélvico.

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