Hércules - Penya | Desafiando a la maldición

Rival favorable. Puede que demasiado. Y un objetivo al alcance: retener el liderato dos semanas seguidas, algo que el Hércules no ha podido hacer las tres veces anteriores que lo ha intentado. Ganar a la Penya Independent debería ser relativamente sencillo... sobre el papel. Los ibicencos son penúltimos, igualados a puntos con el colista, La Nucía, que, curiosamente, es al único equipo que los baleares han ganado esta temporada lejos de San Miquel de Balansat. Lo hicieron en la jornada 7, desde entonces, y ya hace mucho, no han vuelto a sumar tres puntos fuera de las islas.

A esa condición de franca debilidad competitiva hay que sumar su facilidad para encajar goles y su enorme dificultad para anotarlos. Ha recibido justo el doble de los que ha marcado. Además, dos de sus delanteros de referencia, Rayco y Piera, están de baja por lesión, el primero por un esguince de tobillo y el segundo por molestias en el tendón rotuliano.

El acumulado de circunstancias favorable al equipo de Rubén Torrecilla es abrumador, de ahí el interés del entrenador por hacer ver a sus jugadores que eso únicamente son estadísticas, que hay que pelear el triunfo porque la Penya Independent está en una buena dinámica tras empatar con el Europa el domingo pasado y que el hecho de jugar, por primera en su historia, en el Rico Pérez inyecta un extra de motivación al vestuario humilde de un recién ascendido, que ha recurrido a Mario Ormaechea para tratar de levantar el proyecto que Iván Ruiz, el técnico que firmó el salto de categoría, no fue capaz en su estreno en la cuarta categoría.

El Hércules y la maldición del líder

Conseguir que la plantilla blanquiazul se tome el duelo en serio, sin relajaciones, dando lo mejor de sí pese a la aparente fragilidad de su adversario es un reto personal del entrenador cacereño, que ya sufrió el efecto calmante en sus hombres que provocó la consecución del campeonato de invierno en Lleida. Torrecilla confía en que eso sirviera de lección, de aviso a navegantes, pero no se sabrá realmente hasta que no eche a rodar el balón. Nadie cuenta con una posible derrota. De producirse, sería una de esas que luego cuesta enmendar porque obligaría a un sobreesfuerzo permanente de aquí al final de la Liga.

La idea del entrenador, atendiendo al último ensayo general, es dar continuidad a la estructura que se impuso al Andratx en un estadio en el que no había ganado nadie hasta que llegó el Hércules. Eso supone apostar por tres centrocampistas puros, Colomina, Mangada y Marí, y dos con neta vocación ofensiva y buena capacidad asociativa, Nico Espinosa y Carlos de la Nava. 

Presuntamente, porque no se notificó de manera oficial la baja definitiva, de la lista de 18 saldría Richie Dapaah por molestias en el isquiotibial izquierdo y entraría Alvarito Hernáiz, muy mejorado de las limitaciones en el tobillo que le han impedido entrenar sin dolor las tres últimas semanas.

La punta del ataque no ofrece discusión, será Marcos Mendes si pasa una buena noche, y la defensa, hasta que las tarjetas amarillas lo soporten, la integrarán Samu, Candelas, Josema y Juanmi, con Nolan como posible rotación para el centro de la zaga. Cuatro de estos cinco están al borde de la suspensión, solo se libra el carrilero diestro. Por delante, Ketu y Mangada también están a una amonestación de perderse la siguiente jornada, que es justo lo que ha propiciado que el exherculano Rulo Prieto pueda volver al Rico Pérez con la Penya Independent. El lateral vio la quinta amarilla en el pulso contra el Europa. El desafío a la maldición del líder comienza a las doce del mediodía. El tirón definitivo es ahora.