Los seguidores de Pasapalabra deben tener un buen seguro de vida, porque seguir el programa cada tarde es arriesgarse a sufrir un infarto. El concurso arranca bien, con las pruebas, los típicos chistes de Orestes… hasta que llega el rosco. El ambiente se tensa y los concursantes empiezan a responder a las preguntas planteadas por Roberto Leal.
Este martes se ha vuelto a vivir un momento de infarto cuando Rafa se quedaba a una palabra de llevarse los más de 1.800.000 euros que ya acumula el bote. Increíble. Parece que tanto a Rafa como a Orestes esa última palabra se les resiste y se está convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza para ellos.
El sevillano arrancaba con buen pie acertando las letras desde la ‘A’ hasta la ‘F’. Orestes no se lo ponía fácil y hacía una de las suyas acertando 12 palabras del tirón hasta llegar a las ‘S’. El burgalés completaba el rosco y le faltaban dos palabras para hacerse con el premio: 23 palabras y 50 segundos quedaban en su haber pero se plantó. No quería arriesgar y de esta forma pasaba toda la presión a Rafa.
La pelota estaba en el tejado del sevillano . El sevillano avanzaba por el rosco y completaba la primera vuelta dejando la ‘G’, la ‘M’ y la ‘P’. La primera y la última las contestaba a la perfección pero quedaba “nombre del caudillo íbero que, junto con Indíbil, dirigió una revuelta contra los romanos en el siglo III a.C.” y 35 segundos para reflexionar. “Mindolo” respondía Rafa pero… ¡no era la respuesta correcta! Y para colmo Orestes se la sabía: “Mandonio”. Rafa no se lo podía creer, a una del bote otra vez.
¿Cuántas veces se ha quedado Rafa con 24 aciertos?
Desde luego que no es la primera vez que el sevillano se queda con la miel en los labios y a una palabra de llevarse el bote. El programa ha repasado en su página web todos estos momentos. El primero de ellos le llegó muy pronto, no llevaba ni un mes en el programa para conseguir casi todos los aciertos y el bote estaba en 1.252.000 euros.
Sin dejar pasar una semana, ahí estaba Rafa otra vez luchando por los 1.264.000 euros y quedándose a las puertas. En la tercera ocasión no estuvo solo ya que Orestes también se quedó a una del bote.
Hubo que esperar hasta que el rosco estuvo en 1.714.000 euros para que Rafa casi le incara el diente. La siguiente oportunidad la tuvo con 1.756.000 y la penúltima recientemente cuando falló la letra ‘G’.
