La Generalitat salva 31 hectáreas de gran valor ambiental de la planta solar entre Xixona, Busot y La Torre

La Declaración de Impacto Ambiental da vía libre al complejo CSF Campello, aunque el plan sufre importantes cambios al excluir las 18 hectáreas que iban en suelo torruano y otras 13 del término xixonenc, atendiendo así a parte de las alegaciones de los ecologistas para reducir su impacto. Las placas solares ocuparán 80 hectáreas y los conservacionistas alertan que sigue teniendo un impacto negativo al proyectarse en una zona de cultivos rodeada de pinadas

Terrenos en La Torre de les Maçanes que han sido excluidos del proyecto

Terrenos en La Torre de les Maçanes que han sido excluidos del proyecto / J.A.RICO

Luz verde de la Conselleria de Transición Ecológica a otra gran planta solar en Xixona, aunque con importantes modificaciones para reducir su impacto ambiental, lo que ha supuesto una reducción de 31 hectáreas en la superficie ocupada por placas solares. La Generalitat ha emitido una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva, aunque condicionada a una serie de mejoras, para el proyecto CSF Campello -que no afecta a esta localidad costera-, que planteaba sobre 110 hectáreas un gran huerto fotovoltaico en dos zonas, una entre Xixona y La Torre de les Maçanes, y otra en Busot. Pero el proyecto ha sufrido antes profundos cambios, que coinciden con parte de las alegaciones presentadas por los ecologistas, ya que las 18 hectáreas de La Torre han desaparecido, así como otras 13 hectáreas en Xixona.

La DIA, firmada el pasado 19 de diciembre, se publicará en los próximos días en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), y aunque faltan aún otras autorizaciones, se trata del permiso clave para que el proyecto pueda ver en breve la luz. Y los cambios suponen una ligera reducción de su potencia, pasando de 49,950 MWp del proyecto que salió a exposición pública en septiembre de 2021 a 44,950 MWp, 5 menos.

Zona donde se proyecta CSF Campello, en la zona del Albarral de Xixona, junto a la CV-780

Zona donde se proyecta CSF Campello, en la zona del Albarral de Xixona, junto a la CV-780 / J.A.RICO

Esta actuación constituye una tercera fase del complejo fotovoltaico impulsado por la multinacional X-Elio en Xixona, a través de la empresa Gadoni Directorship. Ya tiene en funcionamiento un huerto solar, CSF Turroneros, desde hace más de dos años, con un potencia de 35 MW, el mayor de la Comunidad Valenciana. Está a punto de iniciar las obras de su segunda fase, CSF Turroneros II, en su entorno y en las faldas de la sierra de Almaens, de 15 MW, que acaba de ser autorizado. Y esta tercera fase, aunque con otro nombre, contempla finalmente una potencia de casi 45 MWp, con una inversión de 30 millones y una vida útil de 40 años.

Además, esta empresa tiene un cuarto proyecto en tramitación, CSF Puentes, junto a la zona norte de CSF Campello, que abarca terrenos de Xixona y La Torre. Y la multinacional japonesa Elawan proyecta otras dos plantas entre Xixona, Busot y Alicante. Esta avalancha de proyectos llevó hace un año a suspender licencias en Xixona, para cambiar el planeamiento urbanístico y regular dónde se pueden instalar, aunque los proyectos presentados antes no se ven afectados por la medida.

Más de 17 km de tendido eléctrico

Inicialmente CSF Campello afectaba a 110 hectáreas de cultivos que iban a ser sustituidos por 87.646 paneles fotovoltaicos de 570Wp. En la zona norte 61 hectáreas en Xixona y 18 en La Torre -junto a la Barrinada-, correspondientes a cultivos de secano rodeados de pinadas, en torno a la CV-780 que une ambos municipios. Y otras 31 hectáreas están en Busot, a unos 15 km. Y se contemplan más de 17 kilómetros de tendido eléctrico para unir ambas zonas, de los que 16 serán bajo tierra.

La planta solar CSF Turroneros de Xixona, la más grande en funcionamiento de la Comunidad

La planta solar CSF Turroneros de Xixona, la más grande en funcionamiento de la Comunidad / AXEL ÁLVAREZ

Pero finalmente el proyecto suprime la parcela de La Torre y otras cuatro de Xixona, manteniendo invariables las de Busot, por lo que la superficie ocupada por placas solares se reduce en un 28%. Desde la asociación Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), que alegó contra le proyecto, su vicepresidente Miguel Ángel Pavón explica que "en nuestras alegaciones denunciamos que esos cinco recintos, que suman unas 31 hectáreas, invadían el corredor territorial entre el Cabeçó d'Or y las sierras del Carrascar de la Font Roja, Mariola, Aitana y Maigmó. Así que esa parte de nuestras alegaciones se ha acabado estimando".

De cualquier forma, desde AHSA insistieron en que aunque se trata de una mejora, el impacto negativo de la planta sigue existiendo al destruirse mosaico agroforestal en la zona afectada, deteriorándose por ello el paisaje y la biodiversidad.

La superficie total de la implantación de CSF Campello -cuyo nombre se debe a que inicialmente afectaba a su termino municipal, junto a la linde con Busot- es de 120,20 hectáreas, distribuidas 76,81 ha en la zona norte (Xixona), en el área conocida como El Albarral, y en la zona sur 43,39 (Busot). La superficie ocupada asociada a las placas solares y sus edificaciones necesarias para el entramado eléctrico es de 80,47 hectáreas. Y la longitud total de vallado en el perímetro de la planta es de 13.669 metros.

La potencia total instalada será de 44,95 MWp y 40,49 MWn, distribuidos en 7,92 MWp en la zona norte, y 17,03 MWp en la sur, contemplando ocho centros de transformación y la construcción de una subestación eléctrica.

Así, se prevé la ejecución de dos líneas aéreo-subterráneas de 30 kV para interconectar la zona norte y sur con una longitud total de 17.569 metros. Una línea discurrirá desde el centro de seccionamiento de la central CSF Campello (zona norte) a la nueva estación transformadora a 132 kV subestación CSF Campello, concretamente, 1.371 metros de trazado en aéreo, (8 apoyos metálicos y función de dobles entronques A/S, salvando el cruce del río de La Torre y la carretera CV-783) y 7.455 de trazado en subterráneo. La segunda línea discurrirá desde el centro de seccionamiento de la central (zona sur), 304 metros en aéreo (3 apoyos metálicos y función de dobles entronques A/S para salvar el cruce con la carretera CV-774) y 8.439 en subterráneo hasta la subtestación CSF Campello.

Minimizar el impacto

La DIA destaca que para la instalación de paneles solares se ha "minimizando al máximo la ocupación de suelos de valor con afecciones limitantes, especialmente protegidos, con riesgos naturales elevados, alta y muy alta capacidad agrológica y otros procesos y afecciones considerados en el estudio de impacto ambiental".

Y para el trazado de la línea eléctrica para conectar ambas zonas con la subestación que se va a construir se proponen alternativas y medidas con el fin de minimizar su afección a la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de Cabeçó y al área prioritaria existente.

La alcaldesa de Xixona, Isabel López (PSOE), ha explicado este lunes respecto a este proyecto y los cambios que ha sufrido que "siempre he pedido que se sea estricto en la tramitación. No todo vale, los proyectos han de cumplir con la normativa y ser respetuosos con el territorio, por eso suspendemos licencias, para poner orden y que se tramiten las iniciativas que realmente sean necesarias. El 'impuesto al sol' impidió el desarrollo de las renovables. Afortunadamente, estamos en otro momento y empezamos a dejar de depender de terceros para producir energía, además de la factura. El control de la Conselleria es necesario, pero que salgan adelante proyectos que superen todos los trámites es positivo". Este medio ha tratado sin éxito contactar con la Conselleria de Transición Ecológica y con X-Elio.

Condicionantes

En cuanto a las condiciones que estipula la Conselleria de Transición Ecológica en la DIA, exige mejoras en materia de integración paisajística y que se tenga en cuenta el informe sobre zonas inundables para la distribución de los módulos.

Del mismo modo, "para reducir la erosión hídrica de la lluvia y mantener el estrato en condiciones adecuadas para una buena infiltración, se mantendrá la vegetación existente en las zonas no ocupadas por los módulos y se plantará vegetación análoga a la existente con inclusión de especies arbustivas y arbóreas". También estipula la adopción de medidas para hacer frente a la sobrepoblación de conejos, así como el respeto de la anchura legal de las vías pecuarias.

Del mismo modo "se dispondrá de zonas impermeabilizadas y de un sistema de recogida de posibles fugas de aceites y combustibles, procedentes de la maquinaria y de las estructuras que se generen durante la ejecución de la obra. Los residuos generados se gestionarán según la normativa vigente y mediante un gestor autorizado, no debiéndose hacer acopio en vías pecuarias, zonas con pendientes elevadas y peligrosidad de inundación y estableciéndose las zonas de recogida de residuos".

Además, "la emisión de la autorización administrativa de cierre definitivo de la central obligará al promotor al desmantelamiento de la misma y a la restauración de los terrenos afectados. Estas actuaciones se realizarán de conformidad con el plan de desmantelamiento aportado". Y "las acciones incluidas en el Programa de Vigilancia y Seguimiento Ambiental deberán documentarse, a efectos de acreditar la adopción y ejecución de las medidas preventivas y correctoras propuestas y la comprobación de su eficacia", entre otros condicionantes.