La avalancha de proyectos de plantas solares avanza hacia la costa y amenaza el paisaje agrario tradicional de Alicante

Aumenta la sensibilidad social y las movilizaciones ciudadanas en la provincia contra la amenaza que la expansión de las plantas fotovoltaicas supone para el medio ambiente y el ámbito rural

Arranques y desmoches de los olivares afectados por la instalación de plantas solares en las inmediaciones de la Sierra Salinas, en término de Villena.

Arranques y desmoches de los olivares afectados por la instalación de plantas solares en las inmediaciones de la Sierra Salinas, en término de Villena. / J.C.P.G.

Pérez Gil

Pérez Gil

El maremágnum de proyectos de plantas solares, con su maraña de cables y torres hasta las subestaciones eléctricas, se desplaza del interior a la costa de Alicante y supone una seria amenaza para el patrimonio paisajístico agrario tradicional mediterráneo.

La semana pasada el Ayuntamiento de Calp acordó en el pleno modificar el Plan General de Ordenación Urbana con el objetivo último de preservar en el municipio los espacios no urbanizables y, de este modo, evitar que acaben convirtiéndose en macroplantas para generar energía fotovoltaica.

Aunque el Gobierno valenciano no ha facilitado los datos actualizados, lo cierto es que los más de 200 expedientes de centrales fotovoltaicas que se están tramitando actualmente en la provincia, con una potencia global que supera los 2.500 megavatios, están despertando un creciente rechazo social. Fundamentalmente porque degrada el paisaje y la biodiversidad, pone en riesgo la generación de riqueza agrológica y turística, devalúa las tierras y los bienes inmuebles y limita la posibilidad de un desarrollo rural y turístico respetuoso.

"Energías renovables sí, pero no así"

El mensaje ecologista de "energías renovables sí, pero no así" está calando en los municipios donde las grandes compañías internacionales, muchas de ellas sustentadas por fondos de inversión acostumbrados a realizar operaciones especulativas, proyectan sus megaplantas solares que amenazan a millones de árboles. Precisamente la Asociación Salvatierra-Ecologistas en Acción de Villena ha convocado una manifestación el próximo 1 de abril, en Villena, para denunciar la pasividad de los responsables municipales en la protección del territorio frente a la implantación de estos megaproyectos energéticos.

La Coordinadora Valenciana por la Ubicación Racional de las Energías Renovables y Stop Plan Solar Vinalopó también llevan dos años trabajando de forma activa y coordinada para denunciar esta situación en el marco autonómico, provincial y comarcal.

"Solo pedimos un cambio en la legislación que está permitiendo unos movimientos especulativos en los que grandes empresas y fondos de inversión están decidiendo dónde y cuándo instalar estas macrocentrales, buscando únicamente incrementar sus beneficios económicos", ha puntualizado Antonio Martínez, portavoz de Stop Plan Solar Vinalopó.

El paisaje de olivar del Alto Vinalopó deja paso a las placas solares.

El paisaje de olivar del Alto Vinalopó deja paso a las placas solares. / Axel Alvarez

La tramitación estatal de las solicitudes de centrales fotovoltaicas superiores a los 50MW de potencia avanza presionada por los plazos dados por la UE, lo que en muchas ocasiones impone planteamientos que colisionan con los intereses del territorio. Incluso en contra de los dictámenes desfavorables de la Administración autonómica, como ha ocurrido recientemente con el Proyecto Fotovoltaico Tendetes, que amenaza una amplia extensión de cultivos de secano y regadío de Biar, Villena y Cañada.

Todo ello está activando las movilizaciones de los afectados, que están trasladando sus quejas a las Administraciones locales por su tibieza en la defensa de los valores paisajísticos, agrícolas y medioambientales de sus términos municipales.

Un rechazo motivado en muchos casos por los procesos de información pública de los proyectos que han permitido que multitud de vecinos de las diferentes comarcas alicantinas tomen conciencia real de la "magnitud del problema". Y aunque el proceso de autorizaciones ya se ha iniciado en algunos casos, los defensores de una ubicación "racional, controlada y ordenada" del mar de vidrio negro creen que todavía hay tiempo de impedir que este "despropósito" siga adelante.

Malas prácticas

El Ayuntamiento de Villena ya advirtió en enero a la Conselleria de Economía Sostenible y al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico sobre la tramitación de solicitud de una mercantil para la instalación de tres plantas solares en las inmediaciones de la sierra Salinas, en concreto en Casa Peñas, que pudo haber sido fraccionada para reducir la potencia por debajo de los 50MW en cada uno de los tres proyectos cursados. 

El documento municipal considera que con este planteamiento se evita que la decisión sea resuelta por el Ministerio, encargada de las autorizaciones para las plantas más grandes, y se curse directamente por la Generalitat Valenciana.

«El fraccionamiento de proyectos es una mala práctica que se está extendiendo y con la que se intenta agilizar la tramitación de las plantas por vía de urgencia», advierte Miguel Ángel Pavón, miembro de los colectivos Amigos de los Humedales del Sur de Alicante.

Pero los ecologistas también han detectado recientemente otra modalidad más sofisticada para eludir los controles administrativos. Se trata de fragmentar los macroproyectos entre varios términos municipales limítrofes.

Olivos centenarios antes de ser talados en las inmediaciones de la sierra de Salinas, en término de Villena, para instalar una planta solar.

Olivos centenarios antes de ser talados en las inmediaciones de la sierra de Salinas, en término de Villena, para instalar una planta solar. / J.C.P.G.

Olivar desmochado en las inmediaciones de la sierra Salinas, en término de Villena, para instalar una planta solar.

Olivar desmochado en las inmediaciones de la sierra Salinas, en término de Villena, para instalar una planta solar. / J.C.P.G.

Jorge Olcina

Lo realmente grave es perder la esencial del paisaje mediterráneo

Para Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, el efecto más dañino es la pérdida del paisaje agrario tradicional de secano -viñedo, olivo, algarrobos y almendros- porque el arranque de arbolado y la instalación de paneles solares es un proceso que apenas tiene incidencia en el cambio climático.

"Yo creo que lo realmente grave es perder la esencial del paisaje mediterráneo, aunque también es cierto que son instalaciones que es posible que en 20 o 30 años se puedan retirar, lo que permitirá que la vegetación forestal rebrote y se extienda como lo viene en la provincia durante las últimas décadas".

Jorge Olcina.

Jorge Olcina. / TONY SEVILLA

En cualquier caso, para minimizar su impacto visual, Olcina considera que la Administración debería obligar a las empresas a implantar sus parques solares en zonas adecuadas, próximas a los núcleos urbanos, evitando su dispersión en el territorio y con la obligación de realizar compensaciones "para, por ejemplo, contribuir a la reforestación mediante la replantación en otra zona del término de los árboles eliminados en sus instalaciones".

Una de las protestas de Stop Plan Solar Vinalopó realizadas en Elda contra la instalación de centrales fotovoltaicas.

Una de las protestas de Stop Plan Solar Vinalopó realizadas en Elda contra la instalación de centrales fotovoltaicas. / AXEL ALVAREZ

Respecto a la subida de temperatura por efecto de los paneles solares el experto ha indicado que se trata de un problema muy puntual, sin efectos en el calentamiento global. "Es posible que incremente la temperatura en un espacio localizado, pero la variación térmica no debe ser relevante", ha puntualizado.

La Plataforma formada por el colectivo naturalista El Reconco, el Centre Excursionista de Biar y la Asociación de Vecinos Alto Vinalopó ha alertado esta semana sobre la destrucción de 125.000 olivos, la pérdida de una producción de 450.000 litros de aceite de oliva virgen extra y la afección de un suelo con demanda hídrica de más de 236 hectáreas. Es lo que ocurrirá si el Gobierno central autoriza el Proyecto Fotovoltaico Tendetes, que abarca 549 hectáreas, afecta también a los términos municipales limítrofes de Villena y Cañada, y lidera la empresa pública de energías renovables del estado noruego Statkraft, a través de la promotora Solarcentury con una inversión de 87 millones. Además, las conducciones eléctricas atravesarían los términos de Onil, Ibi, Castalla, Tibi, Xixona, Alicante, Mutxamel y Sant Joan d’Alacant.

Fernando Maestre

La proliferación desordenada de plantas solares puede influir en la desertificación del territorio

El biólogo y ecólogo Fernando Tomás Maestre Gil considera un "desastre ambiental" la eliminación de tantos árboles. "Supondrá perder olivos centenarios que forman parte de nuestro característico y valioso paisaje. Es una pérdida irreparable porque los árboles nos proporcionan muchos beneficios", ha comentado mostrándose no obstante a favor de las centrales fotovoltaicas para reducir los efectos nocivos de los combustibles fósiles.

Fernando Maestre Gil.

Fernando Maestre Gil. / ALEX DOMINGUEZ

"Hay que instalar plantas solares pero, a día de hoy, lo que pretenden es ubicarse de forma muy precipitada y en los lugares más sencillos y económicos para las compañías, sin tener en cuenta los valores ecológicos y paisajísticos del territorio".

De ahí que el experto en cambio climático defienda su emplazamiento en parajes ya degradados o con un impacto natural y visual mínimo, "y además cuidando al máximo los condicionantes ambientales porque en caso contrario, advierte Maestre Gil, la proliferación desordenada de estas instalaciones puede terminar influyendo en la desertificación del territorio".

Central fotovoltaica instalada sobre suelo agrícola en Catral.

Central fotovoltaica instalada sobre suelo agrícola en Catral. / TONY SEVILLA

Para el investigador de la UA se está perdiendo una magnífica oportunidad para que la transición energética, "que es completamente necesaria", beneficie a los ciudadanos -y no a las multinacionales de la energía- al tiempo que se garantiza un desarrollo más sostenible.

"Hay que instalar primero paneles en los tejados de las viviendas y de las empresas para que los ciudadanos seamos productores de la energía que consumimos y, al mismo tiempo, los poderes públicos deben fomentar la reducción y el ahorro del consumo de energía". Para Fernando Maestre ambas alternativas deben someterse a debate en la actual sociedad porque hay mucho futuro en juego.