El barrio de La Fraternidad de Elda fue un barrio obrero en su origen, y de algún modo lo sigue siendo. Es uno de los pocos que ha sabido conservar la vinculación de sus vecinos con sus calles. Nacer en La Fraternidad es formar parte de la historia eldense. Su extensión abarca desde la calle Donoso Cortés hasta Navarra -en el limite de Petrer- y la Gran Avenida es otra de sus fronteras.
Pasear por sus calles definidas con escuadra y cartabón es revivir el impresionante crecimiento industrial de la ciudad zapatera y por lo tanto, percibir de primera mano el aumento poblacional que llegó a Elda a principios del siglo XX, a habitar los ensanches que se construyeron para albergar a los trabajadores.
Las calles de La Fraternidad aportan al viandante una inesperada calma. Frente a las populosas y cercanas Juan Carlos I y Gran Avenida, la escasez de comercio en el barrio -ya que la mayoría de establecimientos se sitúa en las vías principales- le aporta una serenidad impropia de un céntrico ensanche de una gran ciudad. Se ubica en la zona este del término municipal y es una de las más habitadas. Los barrios de esta área que comprende Prosperidad, Progreso, Fraternidad, Virgen de la Cabeza y Nueva Fraternidad suponen el 27,5 por ciento de la población, con un total de 15.221 habitantes, según se indica en el Plan Comercial de Elda.
El presidente de la asociación de vecinos, Paco Ortuño, comenta que «poco a poco se han ido perdiendo comercios al igual que ahora están cerrando bares». Asimismo, en sus calles cuajadas de automóviles a ambas partes de las vías se deja poco terreno para el arbolado y su abigarrada trama urbanística escaso espacio para zonas verdes.
A este respecto, Ortuño comenta que «disfrutamos de la Plaza Castelar, de la de la Concordia e incluso hay vecinos que acuden con frecuencia a la Plaza de las Américas de Petrer, que también está cerca». Disfruta así de una serie servicios que a pesar de pertenecer geográficamente a otros barrios e incluso, a otro municipio, están al alcance de la mano.
El que fue antaño uno de los barrios que absorbió a los inmigrantes y que se convirtió en un hervidero del movimiento obrero, repleto de habitantes con un sello ideológico muy marcado - republicanos y socialistas- se ha transformado en uno de los más castizos. La media de edad de su población es alta y muchos de sus vecinos son oriundos por lo que la estrecha relación entre ellos no se ha perdido. Sin embargo, en sus calles comienzan a verse algunas casas remodeladas. Parejas de entre 35 y 40 años, con cierta estabilidad económica, eligen La Fraternidad como un lugar donde vivir en un edificio unifamiliar de dos plantas y cerca del centro pero sin sus inconvenientes. Ortuño afirma que «muy poco a poco, el barrio se regenera».
Historia
En 2022, el barrio La Fraternidad de Elda cumplirá su centenario. A finales del siglo XIX, Elda empieza a crecer y sus habitantes van más allá del centro histórico pegado a las faldas del castillo. En los años20, con el aumento de población, se crean las llamadas sociedades de casas baratas, que constituyen el definitivo despegue del ensanche eldense, dando lugar a grandes barrios como El Progreso y La Fraternidad. Primero fue la Prosperidad, después El Progreso y el ensanche hacía la zona este se cerró con la nueva sociedad cooperativa que construyó viviendas de 2 y 3 plantas y que recibió el nombre de La Fraternidad.
En 1922, la Sociedad de Casas Baratas La Fraternidad proyecta la construcción de cerca de un millar de viviendas entre El Progreso y el término de Petrer, a la altura de la partida del Campico. En aquella época, la masa de población trabajadora habitaba el amplio ensanche que creció en dirección a Petrel. Por contra, los industriales y burgueses construyen grandes casas señoriales en calles como Nueva, Jardines, Antonino Vera, y fundan un barrio de chalets en las afueras, Ciudad Vergel.
Tranquilidad
La Fraternidad es un barrio tranquilo, sin grandes problemas de inseguridad y según afirma el presidente de la asociación vecinal, «es un barrio privilegiado para vivir» y uno de los reductos eldenses que ejercen de espigón en los lindes de Petrer. A este respecto, el cronista de Elda Alberto Navarro ya escribió en 1934 a cerca de este barrio relatando que la sociedad de viviendas La Fraternidad había solicitado el inicio de gestiones con Petrer para que continuaran las alineaciones de las calles que evitaran la anarquía urbanística. Pero esto no fue así. Asimismo, años después, Bonifacio Navarro, en un artículo de la Revista de Fiestas de Petrer de 2005 explica que «en la década de los 50, la creciente demanda de viviendas, ante la ausencia de una normativa urbanística común, favoreció la construcción incontrolada, con la consiguiente desaparición de los límites visibles de ambos términos».
De esta forma, explica el cronista de Elda, Gabriel Segura, «nació el conocido barrio de La Frontera», en termino municipal de Petrer y habitado por trabajadores de Elda. De hecho, entre las manzanas del barrio de Fraternidad se puede encontrar fosilizado el trazado de la antigua acequia de Arriba que todavía hoy en día sirve de separación entre Elda y Petrer. La Fraternidad «tiene la culpa» de la creación de La Frontera.
Uno de los escasos edificios patrimoniales con lo que cuenta el barrio es el conjunto de escuelas del barrio de la Fraternidad que se ha catalogado como Bien de Relevancia local. Está ubicado junto al límite de término municipal de Petrer, al este del núcleo urbano y en las intersecciones de las calles Pi y Margall y Fray Luis de Granada.
Reivindicaciones vecinales
Pocas son las reivindicaciones que tiene la asociación vecinal de La Fraternidad frente al Ayuntamiento de Elda. El presidente de los vecinos de este barrio muy cercano a la zona centro, Francisco Ortuño, asegura que «está muy bien atendido». De hecho, las aceras y la iluminación se renovó hace unos siete u ocho años, según comentan los vecinos. Sin embargo, siempre hay alguna petición que hacerle a las autoridades y a algunos vecinos también le gustaría que se llenarán de vida algunas de las viviendas deshabitadas.
La renovación de la calzada de la calle Fray Luis de Granada
La renovación de la calzada de la calle Fray Luis de Granada
Desde la Asociación de Vecinos de la Fraternidad se demanda al ayuntamiento que asfalte parte de esta calle, en la que se pueden ver varios boquetes y es difícil transitar.
La construcción del consultorio auxiliar Virgen de la Cabeza
La construcción del consultorio auxiliar Virgen de la Cabeza
El consultorio auxiliar Virgen de la Cabeza es una de las reivindicaciones que más ha reclamado el barrio junto la Federación de Asociaciones de Vecinos de Elda (FAVE). Aunque la infraestructura sanitaria se encuentra en otro barrio, en el de Nueva Fraternidad su puesta en marcha beneficiará mucho a los vecinos. Ortuño indica que «parece que va a ser una realidad pero no está construido todavía»
Limpieza y mantenimiento de las calles
Limpieza y mantenimiento de las calles
La asociación de vecinos de La Fraternidad se ha sumado a la campaña que lanzó la FAVE para procurar que la ciudad estuviese algo más limpia. Desde la federación se pide a los vecinos que cuiden más las calles.
La falta de espacio verde
La falta de espacio verde
Algunos vecinos han comentado que son pocos los árboles que se ven en sus calles y que les gustaría algún espacio verde en ellas. No obstante, aunque fuera de sus fronteras pero muy cerca del barrio se encuentra una de las plazas y parques emblemáticos de la ciudad, la Castelar.
Plantar dos árboles en la sede de la asociación vecinal
Plantar dos árboles en la sede de la asociación vecinal
El presidente de la Asociación Vecinal señala que una de las peticiones es plantar dos árboles en su sede. Ortuño indica que «los dos ejemplares centenarios que teníamos tuvieron que talarlos porque corría peligro que se cayeran», a lo que añade que «ahora estamos esperando que los servicios municipales los repongan».
