Así luce el barrio de San Antón de Villena tras las obras de reurbanización

Un aspecto renovado además de acabar con los problemas de filtraciones. El barrio de San Antón de Villena luce ya renovado tras las obras de actualización y mejora integral de esta zona del centro histórico. Una demanda que habían hecho los vecinos y que el Ayuntamiento puso en marcha en febrero de 2024.

El alcalde de Villena, Fulgencio Cerdán, acompañado por el edil de Urbanismo, Francisco Iniesta, de Casco Histórico, Eva García y de Contratación, Javier Martínez, indicaron este miércoles que las actuaciones urbanísticas de mejora del casco histórico habían finalizado y se ha llevado a cabo la "reurbanización de prácticamente la totalidad del barrio", como respuesta a las demandas de la asociación de vecinos.

Esta intervención de adecuación de los servicios básicos del casco histórico se encuentra enmarcada dentro del Plan de Modernización de Villena y del Plan Especial del Centro Histórico. Así, fue adjudicada por 1.370.000 euros, pero contó con una modificación presupuestaria de 130.000 euros. Esta zona no había contado con una inversión o mejora y la red del subsuelo tenía una antigüedad de más de 60 años, lo que provocaba que estuviera en mal estado.

Las obras se han realizado en la calle Telarete, Verónica, José Zapater, La Leña, San Ramón y Maestro Moltó. En ellas no solo se han solucionado los importantes problemas de filtraciones detectados en el subsuelo que afectaban gravemente a diversos edificios de la zona, sino que ha permitido la creación de una nueva plaza que albergará futuras actividades, permitiendo dinamizar el casco histórico.

 Del mismo modo, la creación de una plataforma única en este entorno "favorece significativamente la accesibilidad a personas mayores o personas con discapacidad", mientras que la limitación del acceso solo a residentes permite aumentar la seguridad de los vecinos y vecinas de la zona. A su vez, se han creado nuevas zonas de vegetación y arbolado, así como nuevos servicios de alumbrado y conducción de aguas, siendo una importante intervención de mejora del casco histórico.

Aparición de restos de la muralla

Como ya publicó este diario, las obras de reurbanización del barrio de San Antón de Villena sacaron a la luz un tramo de las murallas de la ciudad medieval en la calle José Zapater. El descubrimiento se produjo durante los trabajos de picado mecánico de la acera, cuando el arqueólogo de la empresa que realiza el seguimiento arqueológico detectó un tramo de la muralla medieval de la villa.

La muralla de Villena fue construida en la primera década del siglo XIV, en época de Don Juan Manuel, y abrazaba buena parte de lo que se conoce como el barrio de La Villa, conectándolo con el castillo y dejando fuera de su abrigo al barrio de El Rabal. Posteriormente, a finales de la Edad Media el recinto perdió su sentido defensivo así que la muralla fue absorbida por las fachadas de las construcciones domésticas o, en otros casos, derribada para ampliar los accesos urbanos.

Esa aparición de restos de la muralla de los siglos XIII y XIV durante la intervención modificó los plazos establecidos de la obra. Pero, según explicó el Ayuntamiento, "ha permitido poner en valor, así como conservar y enriquecer el patrimonio arqueológico del casco histórico, que ahora cuenta con una nueva identificación y señalética".

 Cerdán, que ha destacado el aspecto estético de la intervención, afirmó que "se trata de una obra elegante, que mejora la imagen del casco histórico y ha supuesto un antes y un después en el barrio". Tanto el alcalde como el edil de Urbanismo se mostraron "muy contentos por el desarrollo de la intervención".