La falta de médicos está detrás del caos que padece la Sanidad pública, con graves demoras, según denuncia el Sindicato Médico, que exige al Consell que el millar de plazas estructurales que el titular de Sanidad, Miguel Mínguez, ha anunciado que se crearán en 2023, sean íntegramente para facultativos para paliar ese déficit.

En un comunicado, el Sindicato Médico recuerda que a principios de 2022 la Conselleria de Sanidad convirtió en plazas estructurales parte de los contratos de refuerzo que se hicieron durante la pandemia, en concreto seis mil, pero consideran que la distribución que se hizo por categorías profesionales en absoluto se ajustó a las deficiencias, sobrecargas y necesidades de la población. Entienden que se potenciaron categorías de profesionales no médicos a costa de apenas aumentar las de médicos.

Como ejemplo, explican que en Atención Hospitalaria "el crecimiento de facultativos en especialidades con listas de espera inaceptables ha sido ridículo, aumentando solo dos traumatólogos en toda la Comunidad Valenciana, ocho cirujanos generales o tres oftalmólogos, de un total de 2.694 nuevos contratos, por poner como ejemplo las especialidades con mayores listas de espera". En la misma línea, indican que se contrataron tres cardiólogos, un otorrino o tres urólogos en especialidades también muy demandadas.

En Atención Primaria se crearon, según el Sindicato Médico, sólo un 18% de plazas de médico de familia, "o un ridículo 1, 6% de pediatras del total de nuevas plazas creadas, rompiendo así el equilibrio entre profesionales y dejando a los médicos una vez más infradotados y expuestos a sobrecarga asistencial, tal y como por desgracia podemos comprobar día a día".

En Urgencias hospitalarias apenas se aumentaron las plantillas de médicos al limitarse a reconvertir contratos de guardias, que hacían irregularmente funciones de plantilla, en contratos estructurales, según indica la misma fuente.

En cuanto a las ambulancias del SAMU, se aumentó la plantilla en seis médicos frente a 42 enfermeros, "rompiendo el equipo que deben conformar las unidades y las consecuencias las estamos sufriendo continuamente con innumerables unidades que están prestando servicio sin médico".

En este sentido, el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, avanzó, durante la presentación en las Cortes Valencianas de los presupuestos para su departamento en 2023, un crecimiento de 1.000 nuevas plazas estructurales para principios del año que viene,olvidando una cantidad de nuevos contratos similar que había prometido para el pasado octubre".

De estas nuevas plazas, Sanidad aún no ha clarificado qué categorías de profesionales va a contratar. "El Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana CESM-CV exige al conseller de Sanidad que las destine el 100% a personal médico, paliando de esta manera la marginación y desequilibrio que ha sufrido nuestro colectivo y la inoperancia a la hora de solucionar los graves problemas de saturación que padece la sanidad pública valenciana con decisiones tan poco acertadas".

"Por otro lado, nos vemos en la obligación de advertir a nuestros pacientes y a los usuarios en general de nuestro maltrecho sistema sanitario, que decisiones como esta que obedecen a la nefasta planificación, a criterios puramente economicistas y a un desprecio continuo hacia la profesión médica. Son las que están acarreando graves consecuencias el funcionamiento, en las graves demoras y en la capacidad resolutiva de nuestra sanidad pública, tan denostada últimamente especialmente por esta administración que tanto se vanagloria en decir que la defiende".